lunes, 20 de agosto de 2012

Hablar de versos


Carta a un amigo que me envió un soneto
Antonio García Velasco

Amigo Juan, estuvimos hablando de literatura y vamos a seguir “discutiendo” de versos aunque haya tanta crisis, tan alta prima de riesgo, tanto riesgo de que aún nos vaya peor y tanto calor en un verano atípico y harto de bosques quemados. Pero, privadamente, podemos hablar hasta de fútbol, ¿qué digo? De fútbol es obligado hablar en privado y en público, cosa de la alienación que nos invade. ¿Recuerdas cuando la izquierda hablaba del fútbol como invento de la derecha y opio del pueblo? “El pan y el circo”. Pero, ahora, con izquierda o con derecha, ni pan, ni circo, que hay fútbol y olimpiadas y la tele en todas las casas y ferias por todas partes.

Me mandas el soneto (con estrambote), que te devuelvo medido con los algoritmos de ProComenta. Y, por supuesto, añado un comentario.

* EL INVENTO DEL ENEMIGO

¿Qué sutil egoísmo me conduce  11 11

a mentir al crear un enemigo?  11 11

¿De qué, con tal calumnia, soy testigo?  11 11

De no dilucidar que me seduce  11 11



5 la faz de malestar que siempre aduce  12 11

los valores ausentes; los hostigo  11 11

en búsqueda constante de mi ombligo,  12 11

para así, recusar su desmenuce.  12 11



Desmiento la existencia de enemigo.  13 11

10 Es invento. En mí, ¿cómo no?, luce.  11 10

Necesito el color oro del trigo.  12 11



La farsa y la verdad están conmigo.  12 11

Las entremezclo para que se azuce  12 11

la discordia. Escapo por postigo  11 10



15 que abra lucro pronto. Yo me obligo  12 10

a encontrar un vencido. Y reluce;  12 10

pero… rico, me siento un gran mendigo.  12 11

(Juan Pérez Pozo)



Número total de versos: 17

Versos de 10 sílabas: 4 = 23%

Versos de 11 sílabas: 13 = 76%

 Lógicamente una máquina no es perfecta ni siquiera midiendo versos. Bueno, en realidad es que el programador no le ha dado instrucciones más precisas. O dicho de otro modo, no tiene el programa la instrucción de no contar la sinalefa en los casos en que una palabra termine en vocal y, tras el punto, la palabra empiece también por vocal, caso del verso: Es invento. En mí, ¿cómo no?, luce.  11 10. Métricamente: en  “invento. En mi”, el punto evita la sinalefa y, por tanto, son correctas las once sílabas. Lo mismo ocurre en “a encontrar un vencido. Y reluce;  12 10, pues “en vencido. Y reluce” no existe la sinalefa entre “do_y”, con lo cual, también contamos con las 11 sílabas de rigor. Vale lo mismo para “la discordia. Escapo por postigo  11 10”, donde queda sin efecto la sinalefa “..dia. Escapo…Pero el verso “que abra lucro pronto. Yo me obligo  12 10”, se mire como se mire, requiere una revisión. Observa: “que_abra” exige sinalefa y, al hacerla, el acento rítmico recae en la quinta sílaba: PRONto, con lo que el endecasílabo queda destruido, pues no existe tal verso con esa acentuación: “queA-bra LUcro PRONto. YO meo-BLIgo. Algunos críticos, cuando encuentran un endecasílabo con acento en la quinta, hablan simplemente de “detestable” endecasílabo. Pero, en el caso que nos ocupa, como sin hacer la sinalefa, tenemos las once sílabas sin acento en la quinta, ¿por qué no buscas un sinónimo de “abra” de dos sílabas y que comience por consonante? Sea, por ejemplo: “que traiga lucro pronto. Yo me obligo  12 11”.

En fin, amigo, hablar de versos no es demasiado frecuente y, menos, en estos tiempos atroces que nos han tocado vivir. De todos modos, tu soneto con estrambote plantea un tema que nos hace pensar en la necesidad tan frecuente que siente el ser humano de crearse enemigos para justificar ciertas acciones, de las que sacar partido material o moral. Eso es más importante que un verso presuntamente cojo. El personaje de la declaración recogida en tu soneto presenta, quizás, un atisbo de arrepentimiento, un lamentar su conducta de trepador a base de crear enemigos ficticios y luchar con ellos hasta vencerlos. Es profundo el tema que planteas y te felicito por ello. ¡Ojalá los creadores, provocadores, responsables de esta crisis tengan los mismos sentimientos que tu personaje y, en consecuencia, pongan remedio a la misma! Un abrazo.

Antonio

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