jueves, 15 de diciembre de 2016

Diáspora tristísima


Diáspora

Antonio García Velasco



El cauce del río estaba cada día más contaminado. Lo mismo le ocurría al agua del lago. Por ello, los humanos habitantes de aquel valle decidieron marcharse a un lugar acogedor. Pero todas las zonas estaban ya ocupadas por otros humanos que no siempre se mostraban dispuestos a compartir. De ese modo, aquellos que fueron colonos de una tierra fértil se convirtieron en emigrantes buscando la acogida de zonas hospitalarias. Han pasado muchas décadas y, todavía, no ha vuelto el valle a ser como era antes de la colonización. Tampoco sus colonos primigenios han encontrado lugar donde asentarse, salvo donde se han instalado por la fuerza dominadora.


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