Poderes
enfrentados
Antonio García Velasco
Un
mago había perdido un zapato en el bosque de las brujas comehormigas. Un zapato
no es como una varita mágica, pero es necesario para andar y recorrer los
caminos. Decidió usar sus poderes para recuperar su calzado. Las brujas habían
construido con el zapato del mago una especie de trampa para hormigas
inadvertidas y, por tanto, no estaban dispuestas a que ninguna magia les
arrebatase su invento. El mago, muy preocupado porque el zapato no volvía,
decidió adentrarse en el bosque para buscarlo con procedimientos naturales. Las
brujas lo vieron descalzo y comprendieron lo que estaba buscando. En vez de
devolverle el zapato, le quitaron el otro, con el que confeccionaron una doble
trampa y se hincharon de cazar y comer hormigas. Al mago no le quedó otro
remedio que andar descalzo y encargar un nuevo par de zapatos a su amigo Elías,
el zapatero.
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