El
palio de Satán
Antonio García Velasco
Cuando, en el salón de la misteriosa mansión, descubrieron un
dosel colocado sobre varas largas, negras y marcadas a fuego, comentaron que se
trataba de “El palio de Satanás”. En aquella mansión había vivido una condesa
pálida y delgada con fama de bruja y demoniaca. Decían que celebraba solemnes
misas negras y el mismísimo demonio se colocaba bajo un palio negro como la
noche en una cueva oscura. El palacete estaba deshabitado, pues, según rumores,
los herederos no pudieron pagar el impuesto de sucesiones. Ellos entraron allí
con el sigilo de los cazafantasmas y la alevosía insidiosa de quien espera
encontrar objetos de valor. Ninguno se atrevía a pasar bajo el dosel ni a tocar
sus varales. Al disparar el flas de la cámara fotográfica el palio se desmoronó
llenándolo todo de pavesas. Dicen que en medio del pánico se escuchó una
terrible carcajada.
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