Terror
Antonio García Velasco
Un día
de azul marceño, durante un ensordecedor laberinto de voces y altavoces de
ferias y jolgorios, un tonal asesino aprovechó la festiva concurrencia para
provocar la tragedia. ¿Tonal? Sí, porque dio el tono negro a la tarde azulada
de aquel mes de marzo. Que el terrorista fuese abatido en poco consuela a
quienes han perdido a novia, esposa, hijos, marido, hermanos, amigos... Pero
menos consuelan las palabras de los políticos anunciando la creación de
comisiones de investigación y dictando medidas de vigilancia excepcional.
"¿Quién me lo devolverá?", clamaba una madre. "¿Quién me la
devolverá?", gritaba un enamorado... Atronaban, ahora de manera mucho más
ensordecedora, los gritos unánimes de las lamentaciones y el dolor
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