El mol
Antonio García Velasco
Cuando dijo que le arrojaría un mol a
su cabeza de chorlito, nadie imaginó lo que sucedería. Parecían llevarse como
pareja bien avenida. Pero, lo descalabró el mol. No físicamente: la herida se
produjo mucho más en su interior, en su yo profundo, en su alma sensible, en su
mente.
-No entiendo lo que es un mol -le
confesó a la profesora de física y química, todavía afectado por el golpe.
-Un mol es una medida internacional
con la que contamos la cantidad de sustancia.
-Se burló de mí al decirme que me
rompería la cabeza con un mol.
-Hablaba, sin duda, metafóricamente.
O no tanto, pensó y continuó con sus
espesas especulaciones sobre el elemento con el que ella lo había golpeado.
-¿Tendré que denunciarla por
violencia de género?
-¿Y cómo demuestras que te arrojó un
mol? Yo tampoco comprendo lo que sea esto.
No volvieron a verse. Ella finalizó
la carrera de química y él, cabeza de chorlito, se quedó en el primer grado de
formación profesional. Aunque encontró un buen empleo, mientras que la
compañera se vio obligada a emigrar para obtener un trabajo adecuado a su
titulación.
Al cabo de los años se encontraron:
-¿Por qué lo hiciste, por qué?
-preguntó él- Todavía tengo abierta la herida.
-No soportaba tu estolidez.
-No te aproveches de mi ignorancia,
por favor. ¿Qué me quieres decir con estolidez?
-Un diccionario, consulta un
diccionario.
Ella se marchó dando media vuelta.
Cuando él llegó a consultar el diccionario, ella ya había regresado al país
donde la tenían contratada.
Pasados varios años comprendió: Me
Olvidarás Lentamente. Pero esta medida es incapaz de calibrar la cantidad de
daño proporcionado.
-Sí, me olvidarás. Y yo a ti,
también. Espero. Que tratando de olvidarte estoy desde que comprendí lo
estúpido que eres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario