II Velada
Poética "Un Plato por un poema"
Antonio
García Velasco
El amor a la poesía de José Luis Pérez Fuillerat lo llevó a organizar en su casa, diremos de verano, allá por Torre de Benagalbón, la II Velada Poética, subtitulada, no sin cierto humor, “Un plato por un poema”, ya que no se trataba de dar un plato (de comida se supone) por un poema, sino de que cada uno de los asistente uniera, al arte de hacer versos, el arte de llevar viandas de cocina propia o ajena, que de todo hubo. Los anfitriones, José Luis, Carmen su esposa y sus hijos, ya se ocuparon, al unísono, de que nada faltase.
Fue
una velada entrañable. Corrieron los manjares y las bebidas hasta que cada uno
llenó su ojo o/y su tripa, leyeron sus poemas –uno por poeta- los invitados y,
después, el poeta superinvitado, Ángel Alberto Núñez, leyó varias obras, acompañado
por Carmen Ponce, al cante, y Pepe
Vela ("Filigrana") a la guitarra, y la proyección de diapositivas.
Estos artistas, (Carmen y Pepe) interpretaron, como guinda de la fiesta, una
serie de canciones, junto a la esposa de éste, Esperanza, que los acompañó con
palmas y algún baile. Más tarde hubo extras, como el recital de castañuelas de
Pepe Vela, su miniconferencia sobre el origen de este instrumento musical y el
poema recitado por Juan Real, presidente de la Asociación Nacional de Rapsodas,
o el del joven poeta Jesús Baena, acompañado “a la improvisación” por la
guitarra -¿cómo no?- de Pepe Vela. Nos dieron las tantas de la noche en aquel
ambiente distendido y grato, lírico y musical y, sobre todo, de amistad y “buen
rollo”, que dirían algunos. Por poner nombre a los autores lectores –espero no
olvidar a ninguno, disculpas pido, en tal caso-, por orden alfabético:
Adoración López Castro (Dori), Alice Wagner, Antonio García Velasco, Carlos
Rodríguez Ipiens, Francisco Muñoz Soler, Hermenegildo Delgado, Inés María
Guzmán, Jesús Baena, Jorge Villalobos Portalés, José Luis Ortiz, José Luis
Pérez Fuillerat, Juan Real, María Jesús Campos, María José Fernández y Víctor
Manuel Pérez Benítez.
Como
final, pasada la “resaca” de la fiesta veraniega, musical y poemática, José
Luis Pérez Fuillerat nos aplaza para el próximo año y celebra el encuentro, con
un poema titulado “Amigos”, que, con su permiso, me permito reproducir: “Voy
buscando palabras que eternicen lo nuestro, / que subrayen abrazos y prediquen
los besos, / que no mueran borradas sin calor en el pecho. // Voy buscando
palabras que acaricien los labios, / que cercenen heridas o las aleje el
viento, / que se muestren conformes con la voz y el silencio; / que me den con
su aliento la respuesta acertada / a posibles preguntas de aquel primer
encuentro. // Voy buscando palabras que no tengan modelo / que distingan lo
nuestro de cualquier copia falsa, / que no imiten las risas ni los llantos superfluos,
/ ni los gestos de altura ni el abrazo hechicero. // Voy buscando y me
encuentro con palabras muy claras, / que no tienen misterio, que aparecen
primeras / en cualquier diccionario, magistral de los verbos: / a de acercar
rendida por la b de besar. // Son palabras sin moras ni celadas nocturnas, /
sin roturas ni estrías, sin espinas clavadas, / sin caminos angostos ni
empedradas veredas. / Marcan sílabas fuertes y de un ritmo sin par. / Me he
atrevido a escribirlas a sabiendas que donde / ellas queden impresas… nadie
podrá borrar”. El lujo del 20 del
mes séptimo de 2013.
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