La conductora entrecortada
Antonio García Velasco
La
persona que, en aquel momento, pasaba la
tarjeta del bono de viajes por el círculo rojo del control, era su exnovio.
"Hola", dijo. Y se hizo entrecortada la voz de la conductora del
autobús: "Ho...ho...la". Él pasó hacia el interior y ella continuó a
la espera de que otros viajeros pagasen el billete. Después arrancó el
vehículo. Él volvió a acercarse a la cabina consultando una pequeña cartulina
que llevaba en la mano: "Por favor, puede decirme la parada más próxima a
la calle Toquero". Respondió la conductora entrecortada: "La... pa...
ra... da... de... Fuen... te O… lletas". "Muchas gracias, señora. Muy
amable". Ella quedó extrañada de tan corteses modales: como si no la
conociera, como si la ruptura de la relación no hubiese sido causada por los
celos de él y sus malos modos. Se retiró el hombre hacia una zona libre.
"Es mi vecino -dijo la pasajera del primer asiento, a la derecha del
volante-, ¡pobre! Ha tenido un accidente y ha perdido la memoria. Según parece
conducía descontrolado y enfurecido porque su novia lo había abandonado".
Genial, Antonio, justicia divina combinada con humor negro.
ResponderEliminarYa lo he repetido con palabras de Jorge Guillén: No hay buen autor sin un buen lector. Tú lo ves genial y, a lo mejor... tienes razón. Gracias.
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