Delineadoras
chambonas
Antonio García Velasco
Seguir
las instrucciones para trazar las líneas de una figura no parece tarea difícil.
Pero el encargo se lo hicieron a unas delineadoras chambonas, cuya falta de
habilidad ocasionó el desastre de un diseño repelente. No obstante, como no hay
mal que por bien no venga, los operarios siguieron las indicaciones de los bocetos
y el resultado fue una colección que todos consideraron muy original. Se pusieron
en marcha las adecuadas técnicas de publicidad y marketing y, como rosquillas se
vendieron los nuevos trajes, vestidos o harapos de otoño.
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