Desorientado
Antonio García Velasco
Ignoraba cómo encontrar el árbol de la Vida y decidió salir
de la selva. Pero estaba perdido y desconocía el modo de orientarse entre
tantos árboles que impiden ver el bosque de uno mismo. Tampoco había aprendido
la situación de los puntos cardinales. Por otra parte, al Norte llamaba
Riqueza; al Sur denominaba Pobreza; el Este, para él, era Pasado y el Oeste,
Futuro Incierto. Pero, ¿cómo salir de aquel laberinto? Divisó la serpiente que
le ofrecía una manzana desde el árbol del Conocimiento del Bien y del Mal.
Ese árbol de la vida que nos mantiene a todos de un mismo tronco, y que el mismo follaje ha creado esa vorágine que nos tiene desorientados con creencias absurdas, desde luego la ambición no es la manera de actuar, que no nos engañen otra vez con la manzana de la felicidad. Muy bueno Antonio, eliminemos los "serpientes" y empeazar a repararse el mundo, abrazos.
ResponderEliminarGracias, Roberto Juan. Eliminemos los y las "serpientes".
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