La
higuera
Antonio García Velasco
Cuando
descubrieron que la higuera sólo tenía hojas y no frutos, cavaron alrededor de
su tronco una zanja, la abonaron adecuadamente y la cubrieron con tierra
fértil. "De este modo, evitaremos que pase Jesús con sus discípulos, nos
la maldiga y se nos seque". "Ignoro porque haces tal
comentario". "El Evangelio lo dice: ...cuando llegó a ella, nada
halló sino hojas, pues no era tiempo de higos. Entonces Jesús dijo a la
higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti... Y pasando por la mañana, vieron
que la higuera se había secado desde las raíces. Más vale prevenir".
Transcurrido un tiempo, cuando pasó Jesús, sació su hambre con higos de
la frondosa higuera. Aunque no pudo evitar la multa por apropiación indebida.
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