Contaminación
Antonio García Velasco
La
publicidad indujo a todas las familias a comprar licuadoras. Al cabo del
tiempo, licuar frutas resultó tan embarazoso como poco útil, pues, se propagó
la idea de que la fruta comida entera era más sana y natural. Se arrumbaron las
licuadoras en cualquier lugar. Aquella estaba abandonada en el trastero de la
casa. Nadie se acordaba de ella. Como se aburría, decidió licuar cualquier cosa
y sentirse útil. Pero no había frutas en aquella buhardilla. Entonces comenzó a
hacer líquidos de todo cuanto encontraba a su alcance. Como los líquidos se
evaporan con el calor y, más tarde, al enfriarse, vuelven a su ser, comenzaron
las lluvias más extrañas que los humanos habían conocido.
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