Los anaglifos del 27
Antonio García Velasco
Dijo
el profe heterodoxo en su conferencia magistral: "... aquellos
señoritingos poetas, las tardes ociosas, tomando café, copa y posiblemente
puro, se entretenían creando anaglifos y lanzándoselos a los demás como dardos
de talento. Ya sabéis que el anaglifo es una pequeña estrofa, inventada por
ellos, de cuatro versos: los dos primeros, iguales formados por un
determinativo y un sustantivo; el tercero ha de ser obligatoriamente "la
gallina" y el cuarto estará formado por "y" más un sintagma
nominal o frase que contraste con los versos iniciales. Un ejemplo que nos
aclare: La maniática, / la maniática, /
la gallina / y algún patrañero. Sin duda alguna, se trataba de un juego intrascendente,
propio de quienes carecen de problemas económicos, viven a costa de padres
ricachones y sienten pasión por la palabra. La mayoría de ellos, después, se
subió al carro de la lucha social y la poesía comprometida... " En aquel
punto le interrumpió un bocazas: "Ese
coligado, / ese coligado, / la gallina/ y los fusionistas del idealismo
solidario". Quedó la concurrencia sorprendida y una nueva voz se
sobrepuso a la mareta: Algún termómetro, / algún termómetro, / la gallina / y ese
gaznápiro conferenciante. A tales voces,
siguió otro con su anaglifo y otro y otro... El acto terminó como una clase de
escritura creativa: cada cual exponiendo y celebrando su genialidad.
está genial/está genial/la gallina/y los micros del humanista solidario
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