Cirugía estética
Antonio García Velasco
Dio una hocicada y quedó desdibujada su
cara bonita. Ni el más hábil cirujano plástico consiguió devolverle su aspecto
original. Por el contrario, lo llenaron de cicatrices y marcas imborrables.
Después de mucho cavilar, anunció que devolvería los dos mil millones que había
llevado a un Paraíso fiscal. Si ello no bastaba, desvolvería también los
intereses generados. Cuando hizo la devolución, experimentó una extraordinaria
mejoría en su aspecto, hasta el punto que ni sus propios compinches lo
reconocieron. Vivió modestamente desde entonces, pero fuera de la cárcel y con una
cara sin hocico.
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