domingo, 12 de marzo de 2017

Microrrelato 89 Manir la carne


Manir la carne

Antonio García Velasco



¿De dónde procedía? Nos preguntamos al oírla hablar de "manir la carne". No dudábamos de sus habilidades culinarias y éramos conscientes de que una parte -su habla- no equivale al todo, por muy metonímica que fuese la figura. El cine nos tiene acostumbrados a la imagen o secuencia en la que se muestra un valor duradero en breve unidad de tiempo: del personaje, por ejemplo, quieren decir que realiza un arduo y largo trabajo, pues bien, para mostrarlo, se inserta una sola escena que equivale a penosos años de vida muy dura. ¿Nos autorizaba su expresión "manir la carne" a considerarla venida del pasado o de una zona rural alejada del mundo contemporáneo? Pero, ¡qué extraño nos resultaba cuando decía que había que manir la carne para que aquel plato consiguiera su máximo sabor! Para nosotros maní es simplemente cacahuete. Vicente dijo que él había usado una palanca para levantar un saco de manís. Por ello extrañaba tanto que confesara: "Una vez no maní la carne al sereno el tiempo adecuado y aquello sabía a demonios”. "¿Qué carne cocinaba?" “Carne de gato que daba por liebre”, respondió para nuestro asombro.

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