Un
pánfilo transparente
Antonio García Velasco
No
era transparente porque fuera de vidrio o se creyera de cristal como el
Licenciado Vidriera de Cervantes. Lo era por ingenuo y cándido en demasía y a
todas horas. Le recomendaron que se metiera en política para aprender el arte
del disimulo, la ocultación, el cinismo, el doble sentido... Hizo caso a la
sugerencia y se afilió a un partido político. Preguntaba más de la cuenta,
según los criterios del dirigente local: Por qué oponernos si es razonable lo
que dicen en el partido gobernante; por qué no buscamos la colaboración
constructiva en lugar de la confrontación por la confrontación; por qué decimos
no cuando la disposición nos beneficia a todos... Se cansaron de preguntas y de
darle o negarle respuestas. Le retiraron el carnet. Sigue de pánfilo
transparente por el mundo y de la política sólo aprendió una cosa: la única
opción aceptable es obedecer las directrices de la secretaría general.
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