sábado, 17 de diciembre de 2016

El fantasma de las tres gracias


Las tres gracias

Antonio García Velasco



Dijeron que en aquel castillo deshabitado había fantasmas. Reflexionó sobre el hecho y trató de convencer a sus amigos para desafiar a los espectros. Sus amigos pasaron del desafío. Él, como Juan Sin Miedo, entró soportando el infernal ruido de los goznes de las puertas al abrirse. Recorrió las estancias y los lémures no se hicieron visibles. Pero él seguía teniendo el pálpito de su existencia. Sacó sábanas nuevas de los baúles de exterior empolvado. Dejó los paños estratégicamente distribuidos. Aquella noche, los fantasmas no pudieron resistir la tentación de cambiar sus viejas sábanas por alguna de las muchas que estaban viendo. Tan sólo pudo fotografiar a las tres gracias en el momento de mudar sus viejos atuendos.

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