La intervención de la bruja
Antonio García Velasco
Un
ladronzuelo que pasaba por allí, como en la playa sólo estaba ella, le robó el
bolso y el vestido. Antes, sin embargo, la miró, la remiró, la contempló
dormida sobre la toalla tendida en la arena. "Es muy hermosa. Pero tengo
que llevarme sus cosas". La bruja Narizdegancho vio lo ocurrido y decidió
intervenir. Persiguió al ladrón montada en su escoba y lo redujo a escobazos.
Lo entregó a la policía El juez lo condenó a seis años de prisión, los mismos
que a otros por defraudar millones a la Hacienda pública, blanquear billetes negros
o llevárselos a paraísos fiscales. Puede que la influencia de la bruja tuviese
algo que ver en las sentencias.
La misma pena por robar un melón que por tobar un millón, vaya brujas que hay por aquí.
ResponderEliminarSiempre he dicho que lo que pasa en España con esto de la corrupción es cosa de brujería. Nadie se explica que se vayan de rositas los culpables.
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