viernes, 21 de enero de 2011

El uso de lenguas en el Senado

La era del pinganillo

Antonio García Velasco

Po zí, me dijo mi amigo el senador, yo tamién zoy partiario der pinganiyo. No ehtoi dacuerdo con que loh zenaoreh andaluzeh carezcamoh de trautoreh y no podamoh ehpresarnoh en nuehtra lehitima lengua andaluza. Por lo demah, po gueno, que cauno able como le salga de… zu gaznate.

Eh gana de dahle empleo a lo probeh trautoreh, no me digan. Er paro se reuce en unoh pocoh. Y cierto, toah lah lenguah quesablan en Ehpaña zon ehpañolah, ahta landalú cablamoh nozotroh. ¿O no?

Y zi ener zenao ze uza pinganiyo, ¿por qué, por la mihma regla de treh no ze uzan ner congrezo de diputaoh? ¿Eh quehtoh no zon ihoh de la patria a liguar que loh zenaoreh? Po máh trautoreh y menoh paraoh.

Cuando yo able ner zenao, voi ablá enandalú puro y duro y zi no ay trautoreh po que naide mentienda. Peó pa eyoh. Y pa mí, po lo mihmo er hefe de mi partío zenfada conmigo y me manda a freí monoh. Pero yo le diré: “Hefe, uno tié deresho a ehprezarze en zu lengua matekna”.

Y zi yega Babé po que yegue. O quer gobiekno ponga trautoreh de toah lah moalidaeh de lenguah y ablah.

Neducazión vamoh retrozeindo: anteh abia un grupo de catalaneh, un poné, y mazercaba yo, po era amigo dargunoh, y dehaban dablá catalán, por rehpeto. Aora eh to lo contrario. Ahta loh zenaores quieren ablá en zu lengua rehioná.

La conversación siguió entre cervecitas y tapas. Y terminó contándome un chiste con cuya reproducción termino esta crónica: “Una mué questaba comprando ner mercadona. Cohe una caha de leshe, un cartón de güevo, un bri de sumo de naraa y un paquete beicon. Mientra ponía loh artículoh en la sinta de la caha, un borrasho cabía detrá della observaba con ditinimiento cada uno de loh artículoh. Ar terminar, er borracho la mira y le dise: "Tú ere zortera". La tía se quea to pillá por la sentensia, pero a la ve intrigá ya quella rearmente era zortera. Miró to loh artículoh que tenía sobre la sinta de la caha y no vio na que pudiera habe esho quer borrasho ahquerozo eze deduhera quella era zortera. Ar finá, ganó la curiocidá y le preguntó ar borrasho: "Eh verdá. zoy zortera. Pero.... ¿cómo la zabío?" Er borrasho contehtó: "Porque ere mú fea, ihaputa".

Asuntos hay feos en todo esto. O, por lo menos, un poco esperpénticos.