miércoles, 27 de febrero de 2019

003 El sueño de la dogaresa


El sueño de la dogaresa

Antonio García Velasco



El dux o dogo era un antiguo gobernante de Venecia. Su esposa se llamaba dogaresa. Y, aunque los dux desaparecieron en el siglo XVIII, ella se consideraba esposa del descendiente de Ludovico Manin, último dux, ya que, en 1797, la Republica de Venecia fue abolida por Napoleón Bonaparte, que lo forzó a abdicar.

Se hacía llamar dogaresa Adrienna de Manin y, como su nombre significaba, siempre se tuvo por bella y oscura. Ahora a edad avanzada, poco quedaba de su belleza y mucho había ganado su oscuridad o misterio.

Cuando acudió al gerontólogo, llevaba al cuello un resplandeciente medallón de platino pendiente de una cadena del mismo metal precioso.

-Doctor, ha de darme una solución a los efectos del paso de los años. Soy la dogaresa Adrienna de Manin y he de ver restablecida la República de Venecia de donde soy oriunda. He de ver dux a mi hijo o a mi nieto Achille Manin, los dos se llaman así.

-Señora, en mi mano no está detener el tiempo.

-Sólo le pido no acusar los efectos del paso de los años.

-Alivio las enfermedades de la vejez. Pero no prometo milagros.

-Dígame, pues, el remedio para detener el tiempo.

El médico comprendió la naturaleza de los males de la señora y sólo le recetó un cocimiento de heliantos. Cuando marchó la paciente se dijo: "¡Ay, quién pudiera, en efecto, detener los efectos del paso del tiempo!"

Veinte años después, la dogaresa Adrienna de Manin llegó de nuevo a la consulta del anciano doctor. Se acercó a darle las gracias, pues había rejuvenecido y estaba segura de que vería el gobierno de su nieto en República de Venecia.





martes, 19 de febrero de 2019

002 Microcuento La participante ganadora


La participante ganadora

Antonio García Velasco



En principio, la obsequiaron con una guirnalda al modo hawaiano. Al cuello la lucía. Y la obligaron a convertirse en hablante, a ella que tanto le gustaba ser oyente.

-Una participante más he sido y ahora me nombran ganadora. Atended que no he dicho participanta, pues estamos ante un participio activo o de presente. Del verbo participar. Tan activas somos las mujeres como los hombres. O más. Si yo presidiera una institución no me gustaría la rebaja de ser la presidenta, sino la presidente. No decimos la estudianta, sino la estudiante. No decimos la hablanta, sino la hablante... ¿Por qué con presidir tiene que ser distinto? Os aseguro que hay mucha confusión, mucho complejo y mucha ignorancia en esto del lenguaje "políticamente correcto". Y estoy un poco harta de...

En ese momento recibió un codazo de la directora del acto que la hizo callar.

-Le hemos otorgado el primer premio a Maruja Bernal Díaz. Procedemos a entregárselo en este momento.  Un aplauso para ella -y la señaló.

Y comenzaron a aplaudir. Mucho más cuando le ofrecieron el premio: un diploma y una caja de la galletería patrocinadora.

Ella dejó la guirnalda en el suelo, hizo trizas el diploma, esparció las galletas sobre el público y se marchó refunfuñando: "Eres una embarganta, directora, una verdadera estorbanta, una impedienta estúpida".

Deslucida quedó la fiesta.


domingo, 17 de febrero de 2019

001 Microcuento Los quehaceres culinarios


Los quehaceres culinarios

Antonio García Velasco



Sentada en el balcón frente a la playa, se encontraba cabizbaja, preocupada, profundamente acongojada. Pero tenía que ocuparse de la comida y se levantó con presteza. Entró al aseo, orinó y, tras arreglarse la ropa, se lavó las manos con jaboncillo medicinal y aromático. De inmediato, pasó a la cocina para marinar el pescado: sus hijos llegarían pronto del colegio y quería tenerles la mesa preparada. ¿Y si él se presentaba de nuevo? No estaba dispuesta a seguir soportando sus malos modos, sus amenazas, sus imposiciones.

          -Hola, amor -llegó Ernesto, su marido, saludándola con un beso.

-Hola, cariño, confieso que no te esperaba hoy.

-He terminado el trabajo satisfactoriamente y vengo con dos días de permiso... Más sábado y domingo. ¿Por qué estás tan inquieta?

-Los niños vendrán pronto y quiero tenerles la comida. Siempre llegan hambrientos.

-Yo te echaré una mano.

-Disculpa un momento -se retiró de nuevo al cuarto de aseo.

Escribió en el WhatsApp: "Mi marido estará en casa hasta el lunes". Después regresó a los quehaceres culinarios.






viernes, 15 de febrero de 2019

A vueltas con el DILEMA DE AMOR

A vueltas con el DILEMA DE AMOR

Inmaculada García Haro, autora de libros de poesía como LA SANGRE DE ERATO o LAS HIJAS DE YEMAYÁ, ha escrito sobre mi novela en la Web de ACE-ANDALUCÍA:

Un dilema de amor

La agilidad estilística de la que hace gala Antonio García Velasco en Un dilema de amor, así como el acertado manejo de los monólogos interiores, hacen que el lector no solo se identifique con los personajes sino que, desde que comienza a leer las primeras páginas, no pueda dejar de intentar resolver la trama, lo que demuestra la pericia y madurez de un escritor que maneja a la perfección los recursos estilísticos de la narrativa.
Pero no nos encontramos ante una novela de amor “al uso”, aunque cuenta con todos los ingredientes imprescindibles en su argumento, sino que, a través del dilema planteado, en este caso amoroso, el autor se convierte en un Demiurgo que plantea las permanentes dudas existenciales sobre la necesidad continua de elegir, de hacer uso del libre albedrío, ese don tan intrínsecamente humano. En palabras del autor, narrador omnisciente de la novela, “¿Por qué siempre hemos de quedarnos en estrechos límites, en los estrechos cauces en que nos encasilla la cotidiana realidad?”

Antonio García Velasco se sale de la trama lineal de la vida de Gustavo, el protagonista, para introducir una narratio paralela que altera toda la aparente cotidianidad de sus inicios, introduciendo la duda y el conflicto interior que se convierten en el núcleo de la narración. Al igual que Shakespeare, que planteó el mayor de los dilemas: ser o no ser, el autor centra la trama argumental en la angustia existencial de Gustavo con la que el lector se identifica de inmediato.
La dualidad como temática amorosa ha tenido muchos referentes. Octavio Paz, en su obra La llama doble, establece que “partiendo de la conexión íntima entre los tres dominios -el sexo, el erotismo y el amor- fluye la explosión del sentimiento amoroso” y que la dualidad de erotismo y amor constituyen la llama doble de la vida. También la novela del mítico autor francés Jean Legrand, Doble fuga de amor y muerte, coincide con Un dilema de amor en que, a pesar de su brevedad, está llena de experiencia y placer para el lector que encontrará en esta obra las dosis necesarias de sensualidad y erotismo para calificarla como una novela de género amoroso, pero que posee, sobre todo, la agilidad estilística necesaria para conectar con esa necesidad intrínseca a la condición de ser humano en la búsqueda del dilema existencial.
Paralelamente la novela contiene una gran dosis de crítica social a la doble moral que impone un molde modélico de conducta del que no nos podemos salir. Como afirma el escritor Antonio Porras, “…sin embargo, el amor aletargado en la historia, en su locura, rompe el muro y fluye por las venas del sentir hasta hacer tambalear el proyecto de una vida sometida a las exigencias del deber, razonada fríamente para escalar en la empresa. Mentiras, engaños, errores tapados burdamente, falacias de amor o venganza que abonan la vacilación del dudante enamorado. ¿Quién vencerá, el amor pasional o el deber impuesto? he ahí el dilema de amor.”
En definitiva nos encontramos ante una novela que nos atrapa desde el interior de los personajes para adentrarnos en el propio dilema de cada lector que, como no podía ser de otra manera, se rubrica muy certeramente con un final abierto a cada una de las interpretaciones, lo que culmina su proyección de modernidad y pericia estilística. 
Agradezco su comentario, como agradezco a todos los lectores de esta obra su atención, pues, por estos días esa novela sigue entre los cincuenta más vendidos en AMAZON. El precio es de oferta y, posiblemente, eso también contribuye. Gracias.


domingo, 10 de febrero de 2019

Presentación de LOS ZAPATOS MÁS FEOS DEL MUNDO

Presentación de LOS ZAPATOS MÁS FEOS DEL MUNDO

El lunes 11 de febrero, a las 19:30, presento en el Ateneo el libro de María Jesús Mingot LOS ZAPATOS MÁS FEOS DEL MUNDO. Os esperamos. Este es el cartel anunciador.


sábado, 2 de febrero de 2019

Aula de Poesía en la UMA

El próximo día 5, a las 19:00, tendremos en el Rectorado un nueva edición del Aula de Poesía. Os esperamos.