jueves, 30 de diciembre de 2010

Los belenes de Navidad

Desnudito Niño-Dios

Tiempo frío de belenes y representaciones navideñas. Y, en todas, el niño desnudo en el portal. José y María, bien abrigados. Los pastores cubiertos de pieles. Herodes y los soldados, vestidos en consonancia con el lujo de la nobleza y el tiempo helado de un diciembre de clima alterado. Sólo el “cagater”, de ocurrencia catalana y por necesidades fisiológicas, aparece con aquella parte descubierta donde, a decir de Cela, la espalda pierde su casto nombre. Y el niño tan pancho, medio desnudo en su miserable cuna, de pajas y palos, con el gesto de la bendición a todos los mortales.

No le corresponden a José, ni a María, ropas tan ostentosas como les suelen poner en cuadros y figuras de portales de Belén. En los Reyes Magos y en Herodes, pueden explicarse, pero los pobres artesanos no se pueden permitir vestimentas de soberanos. Ignoro cómo sería aquel primer belén que, dentro de una cueva, montó Francisco de Asís en el Nochebuena de 1223. Pero, en los que vemos actualmente, siempre, salvo, quizás, excepciones, el niño aparece desnudo, sólo con el paño púdico sobre sus partes íntimas. ¿Cómo explicar el contraste entre este desnudo infantil y las majestuosidad pomposa de las ropas con las que visten las representaciones de sus padres y demás personajes que van camino del portal? ¿Hace frío para unos y no para el más chiquitín? ¿Significa algo tal desnudo? ¿Y qué significan en tal caso el lujo de los ropajes de los mayores? ¿Cómo se puede tener desnudito a un niño recién nacido sobre un colchón miserable de una miserable cuna? ¿Una Navidad tras otra y a nadie se le ocurre regalarle una mantita para cubrirlo? ¿Era más útil el incienso, el oro, la mirra de los magos de Oriente que una buena manta de pura lana virgen?

Hablan los evangelios apócrifos de un buey y una mula que, con su aliento, calentaban el portal, el pesebre o la cueva donde el niño nació. Pero, entonces, si el aliento de aquellos animales era calefacción tan eficaz, ¿cómo José y María siguen vestidos con ropas de abrigo?

Una amistad me comentaba hoy sobre lo que tendría que ver el nacimiento del niño Jesús con los atracones de comida y bebida en todas las casas. Mi comentario fue: eso mismo me digo yo y, por otra parte, al pobre niño siempre nos lo representan desnudito con el frío tan tremendo que está haciendo. ¡Felices Pascuas y Próspero Año Nuevo!
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Versos ilustrados

Saio da janela, sento-me numa cadeira. Em que hei-de pensar?
Dejo la ventana, me siento en una silla. ¿En qué he de pensar?
(De Fernando Pessoa, Antología de Alvaro Campos)

lunes, 13 de diciembre de 2010

Rajoy y el predicador Fray Gerundio de Campazas

Rajoy y la historia del famoso predicador Fray Gerundio de Campazas

ANTONIO GARCÍA VELASCO

Al estilo de fray Blas y fray Gerundio, Rajoy se quedó con el auditorio cuando dijo: “El ministro de Fomento es un inútil total con dosis importantes de caradura porque siempre encuentra una excusa para no asumir sus responsabilidades”. Y esperó la reacción. El Ministro Blanco se quedó blanco y, a continuación, un color se le venía y otro se le iba, “se va a acordar de esto”, pensaba lleno de estupor.

El estilo de fray Blas y fray Gerundio era ese: predicando sobre el misterio de la Trinidad comenzaban diciendo: “Niego que Dios sea uno en esencia y trino en persona”. Y cuando los oyentes empezaron a mirarse unos a otros, protestando y José Bono tuvo que intervenir y pedir silencio, los frailes dijeron: “Así lo dice el ebionista, el marcionista, el arriano, el maniqueo, el sociniano; pero yo lo pruebo contra ellos con la Escritura, con los Concilios y con los Padres”.

Un día, en un sermón de la Encarnación, comenzó el predicador: “A la salud de ustedes, caballeros”. El auditorio comenzó a reírse a carcajada tendida, por la chulería con que lo dijo. Pero el orador prosiguió: “A la salud de ustedes, de la mía y de todos, bajó del cielo Jesucristo y encarnó en la entrañas de María…”

“El ministro de Fomento es un inútil”… y cuando todo el auditorio reía o protestaba, juzgando que iba a sacar un jarro de vino para convidar, echó a todos un jarro de agua con un texto que vino que ni pintado: “No seré yo quien emplee estos calificativos con el señor Blanco ni con nadie. Tan cariñosos epítetos fueron los que dedicó don Alfredo Pérez Rubalcaba a un Ministro de Fomento por unos retrasos en el aeropuerto de Barajas en el año 1999”. Luego siguió su sermón, digo su mitin, digo, su intervención: “apoyamos al Gobierno en sus medidas contra los controladores”… “pero eso no impide señalar que su decreto ley fue el responsable de lo ocurrido, por lo que no sé a quién se le ocurrió la brillante idea de hacerlo público en vísperas del puente más importante del año”.

-Pero, ¿no me dirá, Martín, en qué estuvo el chiste o la agudeza que tanto los aturdió?
-¡Pues qué! -respondió Martín, el zapatero-. ¿No es la mayor agudeza del mundo comenzar un sermón como quien va a echar un brindis; y cuando todo el auditorio se rió, juzgando que iba a sacar un jarro de vino para convidarnos, echarnos a todos un jarro de agua con un texto que vino que ni pintado?

Algunos afirman que el líder del Partido Popular demostró que en ocasiones es un buen orador.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Coches sin conductor

El coche fantástico
Antonio García Velasco

Google está probando un sistema de manejo de coches sin conductor (De la prensa)

Ciertamente, en la actualidad, es raro que se viaje. Se realizan desplazamientos: Málaga-Sevilla, Sevilla-Málaga; Málaga-Murcia, Murcia-Málaga y así hasta el cansancio. Se coge el coche y la autovía y dale que te piso el acelerador, el freno, el embrague a veces... Desde el kilómetro inicial al final. A eso se llama también viajar, pero cada vez menos, porque se ha sustituido por voy a ... el lugar elegido. Para que los desplazamientos sean definitivamente de maleta se acaba de inventar un prototipo que, por suerte o no suerte -nunca quizás sea desgracia-, se desplaza sin conductor. La "inteligencia" de este coche hará maravillas. Entre otras, la de aparcar si las calles de las ciudades lo permiten o las autoridades municipales han propiciado los aparcamientos públicos a precios no ruinosos. Entre otras, circular con rapidez controlada si se encuentra solución para los atascos de las ciudades y de los accesos a los polígonos industriales, la universidad, el parque tecnológico y el clínico.

Puede que el coche sea tan inteligente que no salga de la cochera o del aparcamiento habitual si percibe que el trágico va a estar mal. Le diría al dueño: "Tío/a, hoy te toca el autobús porque éste menda no se mete en los embotellamientos previstos. Saca el bonobús y te das un paseo hasta la parada". "Es que el autobús no llega a la hora prevista, te hace perder el rato... Llegaré tarde al trabajo o tengo que levantarme una hora antes si quiero llegar a tiempo. Y ya hoy voy con el tiempo justo". "Te las arreglas como puedas: hoy no me muevo del aparcamiento, porque mi sensor GPS de comunicación por satélite y mis contactos con las central de Google me advierten de que el tráfico es infernal y llegarías más tarde que si te vas andando". Imposible convencer al terco del ordenador que constituye el cerebro del coche y su capacidad de razonamiento por el sistema de lógica borrosa. ¡No hay forma!

"¡Eres un maldito robot!", gritamos llenos de ira, odiando a la máquina rebelde. "Lo que tu digas, pero no es aconsejable que vayas en coche a tu trabajo. Hoy por lo menos".

Será fantástico desplazarse con estos vehículos, sin riesgo de que te llamen por el móvil, lo cojas, te arriesgues al accidente o a que los ángeles de la guarda de la carretera te pongan una multa crujiente, que se cobrará por la vía de embargo si te niegas a pagar. Sin riesgos por haber tomado una copa de más en el almuerzo o la cena de la empresa o del final de curso. Sin riesgo por el cansancio del largo y monótono desplazamiento. Lo malo será cuando ordenemos una parada porque el niño o cualquier otro ocupante quiera hacer pis y la lógica barrosa del cerebro electrónico diga que no hay parada porque, según lo bebido desde la última vez, es imposible que la vejiga esté llena.

De todas formas, es preciso celebrar el invento, del que ya se habló por el año 2000: coche, por ciento, inventado por científicos españoles, al que dediqué un artículo que ahora rescato, modifico ligeramente y lanzo a este blog.

domingo, 31 de octubre de 2010

Protestar con vídeos

Los vídeos de protesta en YouTube

Antonio García Velasco

¿Cómo era aquello de Zapatero de que los parados en cursos de formación estaban trabajando por España? No lo recuerdo bien. Pero sea como sea, se está extendiendo la ocupación entre los parados de crear vídeos para YouTube en los que ponen de manifiesto sus deseos, las protestas por su situación, la reclamación de medidas que terminen con su lamentable situación.

Acabo de ver algunos (ejemplo: http://www.youtube.com/watch?v=7zyB48ijeqE ó http://www.youtube.com/watch?v=cUuPhMUaPqs) y, realmente, si los casi cinco millones de sufridores de situación de paro se ponen a realizar vídeos –con el móvil, con las cámaras de fotos digitales, con las de vídeo, etc.- y a subirlos a YouTube y a enviarlos –siquiera la dirección de acceso- a todos sus contactos, no diré ya como los de Intereconomía –que bastante hay con ellos- que otro gallo cantaría, pero sí que tendrían una gran audiencia y un foro para hacerse oír adecuado a nuestro tiempo.

Por supuesto que los medios tecnológicos no siempre están al alcance de todos, ya que es una realidad la llamada brecha digital –“diferencias que hay entre grupos según su capacidad para utilizar las TIC de forma eficaz, debido a los distintos niveles de alfabetización y capacidad tecnológica”-. Pero la solidaridad se pondría de manifiesto entre quienes tienen los medios y los conocimientos, pues, los “informáticos” suelen ser gente generosa y desprendida en lo que se refiere a compartir tecnología y conocimientos sobre la misma. No hay más que pensar en los llamados piratas informáticos –“hackers”-, que destripan programas, burlan sus sistemas de protección y los ponen a disposición de cualquier usuario interesado.

Encontrarían, pues, respaldo los parados y apoyo tecnológico para crear y subir sus vídeos al famoso servidor. Posiblemente no tendríamos tiempo de ver cinco millones de vídeos, pero la voz unánime de todos se haría oír y, posiblemente, sería más eficaz que una huelga general y que el silencio tenso y expectante que se extiende en la actualidad.

martes, 12 de octubre de 2010

Sobre el Esperpento actual

Zurcidos del esperpento actual

Antonio García Velasco

Al deportista ganador se le analiza la sangre y es acusado de dopaje. Al que las encuestas dan como ganador de las próximas elecciones lo acusan de dudoso liderazgo, de poco firme, de indeciso ante los presuntos corruptos. Al que está en el poder comienzan a moverle la silla a ver si, de uno de los movimientos sísmicos, se cae y se rompe la cabeza “y nos deja en paz el camino libre para la renovación y la salvación del partido. Y acaso, en segundo lugar, de España y de parte del extranjero”, que diría mi primo Anselmo.

La televisión, en cadenas encontradas, sigue con el culebrón de las princesas del pueblo, los cuernos, los dineros malayos y las desvergonzadas de turno. Los contertulios -¡cómo abundan, Dios!- siguen hablando de lo humano, lo divino y lo político como si fueran renacentistas entendedores de todo. A Mario Vargas Llosa le dan el Premio Nobel de Literatura y salta el fulano correspondiente afirmando que es un “derechista peligroso”. Los periódicos se hacen eco del comentario. Y el fulano gana notoriedad. Al escritor hispano-peruano, si llega a enterarse- le da exactamente igual. Intentó una vez la política y salió escarmentado. Su obra literaria sigue siendo válida con Nobel o sin él. Aunque ya lo tiene.

El espectáculo de la huelga 29-S sigue dando motivos de conversación. Y los sindicatos, aunque luchadores en un día y en días y momentos determinados, ya no son lo que eran. Y Morales Lomas, sindicalista en un tiempo, lo sabe tan bien como cualquiera. Hasta Franco inventó unos sindicatos verticales que, como ya lo estaban, nunca se pusieron de pie. Y menos de huelga. Claro que, entonces, no se hacían huelgas, a lo sumo, “paros técnicos”: el arte de los eufemismos ha existido siempre.

A los gobernantes chinos tampoco les ha sentado bien que a uno de sus presos políticos, reclamante de los derechos humanos, le concedan el Premio Nobel de la Paz. ¡Cómo va de interesante la realidad! Ya la maldición china lo recoge: Que Dios te permita vivir en una época interesante. A nosotros, con la crisis y los motivos personales y políticos de cada uno, nos ha tocado la primitiva de los días interesantes. Nos cayó la maldición. Veremos qué dios nos salva. O tendremos que morirnos solos para librarnos del mal. Y la dicción.

Y se parte la aguja de escribir, digo de zurcir, retazos y lo dejo aquí, pues son tantos los asuntos cotidianos del esperpento que ni Valle-Inclán, levantando la cabeza y la barba de chivo, podría recoger en una obra la más mínima semblanza. Ni asomado a los espejos del callejón del Gato, en los que se refleja nuestra realidad de cada día.

lunes, 9 de agosto de 2010

Un euro para el Teatro de Madariaga

El euro mejor gastado

Antonio García Velasco


Estábamos paseando por Torre del Mar. Decidimos recorrer los puestos de libros situados en el Paseo de Larios. En una de las casetas, el letrero: libros a 1 euro. Entre ellos el que compré: Salvador de Madariaga, Teatro en prosa y verso, Espasa-Calpe, Madrid, 1983, 484 páginas, “amenísimo volumen compuesto por una decena de obras que asombrarán al lector”. ¿Cómo es posible que por un euro se pueda comprar semejante libro, magníficamente editado, pasta dura, papel de alto gramaje y calidad extrema? Eso sin contar el contenido. Las oportunidades las pintas calvas y hay que cogerlas por los pelos.

Conocido es que Salvador de Madariaga (1886-1978) fue un escritor de formación y vocación liberal, de gran cultura, que escribió numerosísimos artículos, ensayos, novela, poesía y teatro. Su padre había pensado para él que realizara estudios de ingeniería, pues estaba persuadido de que España necesitaba técnicos que la rescataran de su atrasado. En efecto estudió ingeniería en París y trabajó como ingeniero en la Compañía de Ferrocarriles del Norte. Pero su vocación literaria se impuso y terminó abandonando la carrera técnica para dedicarse al periodismo, a los estudios de historia, a la literatura.

Nunca está de más volver a los grandes hombres del pensamiento español. Salvador de Madariaga, republicano –fue embajador y, en 1934, ejerció brevemente como ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes y ministro de Justicia en el tercer Gobierno de Alejandro Lerroux-, exiliado a raíz de la guerra civil –volvió a España en 1976, tras la muerte de Franco-… Salvador de Madariaga, digo, es uno de esos grandes pensadores españoles y universales: no en vano recibió el premio Carlomagno en 1973 por su contribución a la idea de Europa y a la paz europea. Personalmente, por la oportunidad de haber “invertido un eurito” en una de sus obras, estoy ahora en plena lectura o relectura –en algún caso- de sus libros. E invito a que otros se interesen por este autor en estos momentos en los que tanto importa la contribución personal de todos y cada uno –varones y mujeres- a realizar una valoración crítica y justa de las circunstancias en que nos ha tocado vivir.

Daré cuenta en otro momento de la lectura del libro del euro.

domingo, 1 de agosto de 2010

Sobre la propiedad léxica

Lo humanitario

Antonio García Velasco

Nos dice el DRAE que humanitario, ria. (Del lat. humanĭtas, -ātis) es un adjetivo que significa: 1. Que mira o se refiere al bien del género humano. 2. Benigno, caritativo, benéfico. Y 3. Que tiene como finalidad aliviar los efectos que causan la guerra u otras calamidades en las personas que las padecen. Pues bien, se supone que quienes escriben en la prensa han de tener unos mínimos conocimientos del significado de las palabras que emplean. Pero no siempre es así: en un titular de “El mundo digital” –no visto todavía el diario impreso- leemos: “Pakistán alerta del 'desastre humanitario' por unas inundaciones con 830 muertos”. ¿Cómo puede ser un desastre humanitario? Menos aún con 830 muertos. Claro que también podríamos decir que la gramática –la semántica, la propiedad léxica- no es importante ante un desastre como el de las inundaciones de Pakistán. Si lo decimos así, estaríamos comparando elementos completamente dispares. Y la propiedad léxica es exigible en todo hecho de comunicación.

Se emplea tan mal el término “humanitario” que destaca siempre en contra de los gestos de ayuda humanitaria que, en casos de desastres, han de prestar, y prestan, instituciones gubernamentales, no gubernamentales y personas particulares.

El cuerpo de la noticias en “El mundo” es reincidente en el mal uso del término humanitario: “El ministro de Información, Mian Iftikhar Hussain, pidió ayuda rápida a la comunidad internacional y o (sic) de lo contrario "la situación se convertirá en un gran desastre humanitario". La región, dijo, vive la "peor catástrofe humanitaria de su historia". La impropiedad léxica no es achacable al ministro, supongo, pues hablaría en urdu o inglés. De hecho “El País” recoge las declaraciones del ministro pakistaní de un modo diferente: “Tememos que el balance de muertos aumente una vez que baje el nivel del agua. Nos enfrentamos al peor desastre en la historia de nuestra provincia", afirmó por su parte el ministro de Información paquistaní, Mian Iftikhar Hussain, desde la capital provincial, Peshawar. […] El Gobierno ha declarado el estado de emergencia y ha pedido ayuda internacional”. Lo mismo ocurre en otros diarios.

Por desgracia el error semántico de “El Mundo” no quita tragedia a las espantosas, terribles, desproporcionadas lluvias e inundaciones causadas por el monzón. Esperemos, pues, que les llegue eficazmente la ayuda HUMANITARIA de la comunidad internacional.

Apasionantes palabras

Apasionantes palabras

Antonio García Velasco

Vamos a seguir precisando sobre las palabras, a propósito del artículo de Manuel Rodríguez. Son símbolos las palabras de objetos reales, virtuales o mentales. "Agua" es un símbolo de esa sustancia líquida imprescindible para la vida y que el diccionario define como "Substancia formada por la combinación de un volumen de oxígeno y dos de hidrógeno, líquida, inodora, insípida, en pequeña cantidad incolora, y verdeazulada en grandes masas". Pero, observemos: un símbolo definido con un conjunto de símbolos, de significado convencional y con referentes -elementos de la realidad física, observable o mental- concretos y diversos. Si decimos "el agua es H2O" sólo estamos definiendo un símbolo con otros símbolos procedentes de un ámbito diferente al lenguaje convencional.

Decía que las palabras son símbolos de objetos reales, virtuales o mentales. Pero el significado de las palabras es más complejo que la mera referencia o relación con ese objeto o elemento llamado referente. De hecho, en toda palabra -o expresión lingüística, o enunciado- hemos de distinguir tres grados de significado: referencia, significación y sentido. La referencia, digámoslo de modo simple, es el significado objetivo, directo, el que nos hace pensar en el objeto o elemento real, en el referente concreto. Si digo "agua" me refiero a ese líquido que todos conocemos. La significación supone ya el añadido convencional, subjetivo, o sea, una serie de connotaciones procedentes de la cultura, creencias, visión del mundo de los usuarios de la lengua; “concepto mancomunado” lo llama José Antonio Marina. El sentido, por fin, es el valor que las palabras o enunciados adquieren en el uso concreto en un momento determinado: "Agua" puede significar en una situación concreta "mar" –o agua del mar-, “río” –o agua del río- o, simplemente, “fallo”, como en el juego del hundimiento de barcos en el que “agua” significa que la casilla señalada no "ha tocado" en ninguna de las posiciones en las que están situadas las embarcaciones.

Si nos dice la prensa que “El tijeretazo de Fomento afectará a una de cada cinco obras ya en marcha”, hemos de entender que tijeretazo no es el “Corte hecho de un golpe con las tijeras” –referencia- sino la “disminución del dinero destinado a la realización de obras” (sentido). Y, por obras sólo hemos de entender las realizadas con el dinero público administrado por el Gobierno. Porque, por supuesto, las obras que está realizando mi vecino en su casa no se van a ver afectadas por la decisión del Ministro de Fomento.

Es apasionante la “selva del lenguaje”. Y transitable. Nos permite entendernos, expresar nuestros sentimientos y opiniones, nuestro conocimientos. Y escribir. Y hasta hablar del propio lenguaje (función metalingüística, que diría Jabkoson).

domingo, 25 de julio de 2010

Versos ilustrados (2)

Sobre la montaña suspendido
un vaho impenetrable
de silencio
(Germain Droogenbroodt, de "En la corriente del tiempo")

lunes, 19 de julio de 2010

Cabezas de ratón, colas de león

Cabezas de ratón

Antonio García Velasco

Nos cuenta la prensa que, desde el Parlamento Europeo, Vidal Quadras hizo un análisis del Estatut y de la sentencia del TC. Comentó que cuando el texto entró en vigor "dinamitó la Constitución del 78" y "transformó España en una confederación", con aspectos tan discutidos como el sistema de financiación, la lengua, el sistema educativo o la bilateralidad. "El tribunal lo que ha hecho es intentar minimizar el daño, pero sólo en parte, porque el texto es inconstitucional desde el Preámbulo hasta la última disposición". También alertó de que su mera existencia "incita a otras comunidades a pedir lo mismo", lo que supondrá "el fin de España como nación y el cuarteamiento del Estado hasta hacerlo inoperable". "Es una bomba que ha estallado", sentenció.

Son opiniones de un miembro del PP –o del PP catalán-, aunque hable desde una perspectiva europea. Otro más con la idea de la España deshecha, desmembrada, dividida. Algunos dicen “Se aprueba el Estatuto y, ¿veis?, no ha pasado nada, España no se ha desmembrado ni mucho menos”, como si el proceso fuese el huevo que se echa a freír con el aceite bien caliente. Y el proceso, si no se remedia, es lento, progresivo e inevitable: los políticos prefieren ser cabeza de ratón –yo mando, yo dispongo, yo presido- a cola de león, siempre subordinados a otro u otros. Van a lo suyo y cínicamente hablan en nombre del pueblo, pero sin el pueblo, porque éste siente de otra manera, desea cosas muy diferentes y sus problemas van quedando sin solución. O agravados. A ellos, poco les importa: van a lo suyo y a vivir y medrar que son dos días. O sea, cuatro años de legislatura, con derecho a prórroga, en que les dejamos hacer, pues este sistema democrático sólo consiste en votar para que unos cuantos decidan quien gobierna y, decidido el gobernante, que éste haga y trate de deshacer, imponga su dictado –ya dijo Franco que todo estaba atado y bien atado, y nunca le dimos demasiada importancia a la frase, alucinados por la apariencia de democracia formal. Pero poco ha cambiado la familia política, llámese con las siglas que sean. Y menos ha cambiado la mentalidad de los gobernantes, pues, en su fondo siempre habita un dictador. A veces, incluso, con berrinches y dictaduras de niño caprichoso, testarudo y malcriado.

Versos ilustrados (1)






Las barcas de dos en dos,
como sandalias del viento
puestas a secar al sol.
(Manuel Altolaguirre)

lunes, 12 de julio de 2010

El tercer problema de lo españoles

Problemas graves

La prensa: “La clase política en general y los partidos políticos en particular son ya el tercer problema nacional, según la lista que mensualmente elabora el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS)”.

Si quienes tienen que solucionar los problemas de la sociedad son el problema, o siquiera el tercer problema de los españoles, significa que estamos en una situación grave. Paro, problema; situación económica, problema y políticos que son los encargados de encontrar la solución, problema. Gravedad en todos los frentes. Crisis de valores, problema. Estatut catalán, problema. Fanatismo que lleva a apuñalar a quien aplaude el éxito de la Selección Española, problema. España como problema, el viejo tema que ya contemplaban nuestros clásicos y seguimos viviendo como un pan amargo nuestro de cada día.

José Cadalso, en sus Cartas Marruecas, nos ofrece una larga definición de los políticos: “Son tales, que con el mismo tono dicen la verdad y la mentira; no dan sentido alguno a las palabras […] que miramos con tanto respeto y pronunciamos con tanto cuidado los que no nos tenemos por dignos de aspirar a tan alto timbre con tan elevados competidores. Mudan de rostro mil veces más a menudo que de vestido. Tienen provisión hecha de cumplidos, de enhorabuenas y de pésame. Poseen gran caudal de voces equívocas; saben mil frases de mucho boato y ningún sentido. […] Son, en fin, veletas que siempre señalan el viento que hace, relojes que notan la hora del sol, piedras que manifiestan la ley del metal y una especie de índice general del gran libro de las cortes. ¿Pues cómo estos hombres no hacen fortuna? Porque gastan su vida en ejercicios inútiles y vagos ensayos de su ciencia. ¿De dónde viene que no sacan el fruto de su trabajo? Les falta, dice Nuño, una cosa. ¿Cuál es la cosa que les falta?, pregunto yo. ¡Friolera!, dice Nuño: no les falta más que entendimiento”.

En otro momento también dice de los políticos que “son unos hombres que de noche no sueñan y de día no piensan sino en hacer fortuna por cuantos medios se ofrezcan. Las tres potencias del alma racional y los cinco sentidos del cuerpo humano se reducen a una desmesurada ambición en semejantes hombres”. Los primeros se complementan con estos segundos, se unifican en muchos casos. Y los españoles, conscientes, ya los perciben como el tercer problema más grave de nuestra actual situación. ¿Cómo solucionar nuestros problemas?

viernes, 9 de julio de 2010

Participios activos y estatut

Del Estatut y los participios activos

Antonio García Velasco

El Tribunal Constitucional (TC) ha avalado la mayor parte del Estatut de Cataluña tras contabilizarse seis votos a favor y cuatro en contra del borrador presentado por su presidenta, María Emilia Casas” (De la prensa)

De la misma manera que la aberración de llamar “presidenta” a la mujer que preside ha calado y todo el mundo parece usarla sin reparo, la mayor parte del estatuto catalán ha sido avalado por el TC después de un largo parto, para cuyo viaje no se necesitaba tanto paritorio. Los españoles no tenemos remedio: la política impone sus varitas mágicas y hace y deshace incluso en el poder judicial. Para escándalo y bochorno de la ciudadanía.

España parece un país provisional. Su larga historia es un hacer y deshacer reinos, ya uniendo, ya desuniendo. No es un proceso similar al huevo que se echa a freír, un visto y no visto, sino que es largo, lento e inevitable. Con razón nos decía Ángel Ganivet que el español no estará conforme hasta que se le conceda un documento –un estatut, por ejemplo- que diga: “Puedo hacer lo que me dé la gana”. Las autonomías tratan de hacer de su capa un sayo y que se funda el plomo de la nación española o la solidaridad. Es el primer paso para la debilidad de los reinos de taifas, en una Europa que tiende a estar cada vez más unida en proyectos y leyes –incluso de reajustes- comunes. Y en un mundo en el que se habla de globalización.

La política social progresista es una cosa y otra muy distinta es confundir los rábanos del progreso con las hojas de los localismos o nacionalismos trasnochados. De todas formas, la propuesta de modificación del Estatuto catalán no deja contento a nadie, aunque Montilla ya haya realizado su declaración triunfalista: "No han podido liquidar el Estatut". Aquí somos así: admitimos “presidenta” cuando de presidir, el participio activo es “presidente”, pero no admitimos “amanta/amante”, “estudianta/estudiante”, “estimulanta/estimulante”, “caminanta/caminante”, “mendicanta/mendicante” y el largo etcétera de la regla académica del español. Claro que, por ejemplo, las “presidentas” se ven más que las “amantas”, pues las amantes y los amantes se mantienen ocultos. No así las estudiantes, que cada día son más y mejores que los estudiantes. Pero no salen en los telediarios. Y es que nos miremos por donde nos miremos, “España es diferente” y provisional, e impredecible, y absurda, y confusa, y contradictoria. Una hoja movida por el viento que sopla y los gobernantes de turno. Ya veremos los revuelos con el “estatut”.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Crisis y recortes

ANTONIO GARCÍA VELASCO

Recortes y chocolate del loro

Cuando la crisis afectó a la casa de aquellos famosos marqueses de cuyos nombres nadie se acuerda, decidieron acortar gastos y, mira por dónde, lo único que consideraron superfluo, y por tanto digno de recorte, fue el lujo del chocolate que todas las tardes ofrecían al loro. Nada de tocar otros gastos, por suntuosos que fueran.

Aquí, por supuesto, el chocolate del loro no se toca. Se recortarán los sueldos de funcionarios, se congelarán las pensiones, se limitarán los gastos en medicamentos, se reducirán la inversión pública y la ayuda oficial al desarrollo, se eliminarán la retroactividad en la aplicación de la ley de dependencia y el cheque del pan bajo el brazo de los niños que nazcan. Hasta el sueldo de los miembros del gobierno quedará reducido. Pero el chocolate del loro parece tan intocable como ciertos ministerios, incluido el de igualdad.

En tal sentido, no se suprimirá el gasto absolutamente innecesario de pagar traductores para el Senado porque el señor Montilla hablará en catalán siendo de Córdoba (Iznájar, Córdoba, 15 de enero de 1955). Costará sólo 6.500 euros, según la prensa. Pero el aparataje de las traducciones simultáneas montado en el Senado y su funcionamiento costaron –y cuesta- su pico, como el contrato de los traductores. Pero eso, amigo, es el chocolate del loro y no se va a privar del chocolate a algo tan emblemático como un loro. Aunque en la Administración existan muchos otros loros que requieren su buena dosis de chocolate y euros y se proteste por su mantenimiento. Así, por ejemplo, el sindicato profesional de policía (SPP), en su protesta por tales gastos y los recortes de sus sueldos que se avecinan, sugiere que se tenga en cuenta que los policías nacionales ganan hasta un 30% menos que los policías autonómicos o locales y que, antes que tocar su sueldo, se elimine el de "miles de asesores que pueblan las nóminas de las diferentes administraciones públicas”. Empezando, quizás, por los asesores del propio Presidente.

Pese a todo, hay que reconocer que estamos pagando errores que cometieron otros y necesario será apretarse el cinturón para achicar las aguazas negras del déficit, aunque la pudrición de las aguas sea debida a falta de previsión, gasto alegre y mal gobierno.

sábado, 1 de mayo de 2010

Los fallos de la pulserita

Falla la pulsera

Antonio García Velasco

Ahora se plantean si es timo o milagro el asunto ese de llevar una pulserita de plástico o silicona con hologramas. Desde el Gobierno se intentan poner pulseritas y más pulseritas que, si no curan realmente, al menos se espera que tengan un efecto placebo en esta sociedad nuestra de cada día.

La pulsera que lleva puesta la muñeca del Gobierno despide hologramas de todos los colorines posibles, pero raramente consiguen el milagro de deslumbrar a todo el personal. Mucho menos nos hace dormir mejor, nos equilibra –y menos la balanza de pagos-, nos mitiga el malestar del vértigo que producen casi cinco millones de parados, o hace que disminuyan nuestro dolores musculares. Los hechos nos hacen pensar en el fiasco de las pulseras con las que el Gobiernos trata de mejorar nuestra salud: ni la memoria histórica con su mapa de fosas de la guerra y postguerra civil, ni las manifestaciones pro superjuez juzgado por presuntas corruptelas o atribuciones que no le correspondían, ni los Gürtel de la oposición o del propio partido, ni el echarle la culpa al otro o a la situación internacional… nada, los hologramas de la pulserita no funcionan como se esperaba.

Naturalmente la pulsera tiene sus partidarios, se la ponen y ni para dormir se la quitan, ni siguiera para presidir consejos de consejeros.

Facua considera que la publicidad de la empresa que vende la pulsera es engañosa y vulnera un real decreto de 1996 sobre promoción comercial de productos con pretendida finalidad sanitaria. Pero el Gobierno sigue empañado en deslumbrarnos con su holografía y que todos experimentemos el efecto benefactor de una economía que oficialmente crece y realmente produce cada vez mayores dolores familiares. Los que no tenemos la pulsera vamos a tener que adquirirla para contagiarnos del optimismo oficial, para verlo todo con la sonrisa del que vive en el limbo mientras el mismo paraíso se va deteriorando, porque el ángel de la espada hace tiempo que arrojó a las tinieblas exteriores a los habitantes del supuesto edén.

Decían en mi pueblo que aquel que se enamora de la mujer del teatro, es como quien tiene hambre y le dan bicarbonato. Colocarse la pulsera y pensar que todo va bien encaminado es tomar bicarbonato cuando lo que realmente necesitamos es empleo para las 4.612.700 personas en paro.

lunes, 12 de abril de 2010

Cincuenta mil folios

50.000 folios

Antonio García Velasco

Son muchos folios. ¿Cuántos argumentos de series americanas de juicios espectaculares habrá contenidos en cincuenta mil folios, A4 que es lo que se lleva ahora? ¿Cuántas novelas? ¿Hay páginas web que resistan tantas líneas de texto? ¿Comprimidos o descomprimidos? ¿Cuántos folios más están generando los cincuenta mil? ¿Contando o sin contar a los tertulianos de los distintos medios, que hablan sin guión aparente, aunque con tendenciosidad manifiesta? Nada como la corrupción para llenar páginas.

Hoy se dice que sexo y orgias constituían el arma secreta de Gürtel. Tiran más dos tetas que dos carretas. Si preciso es tirar por la ventana, por la ventana se tiran y se estrelle quien se estrelle. O que usen paracaídas.

Todos los días un folio, por lo menos. Pero, folio a folio, cuando acabemos la lectura, todos calvos o con las cenizas aventadas. Es preciso leer más de prisa. Sobre todo para que quede tiempo para el regodeo o el llanto ante ciertos contenidos. Se alegran unos de la corrupción descubierta, viendo el caso desde la perspectiva electoral. Y la lloran otros. Pero es que la lamentamos todos, sobre todo en cuanto al bolsillo haya tocado, que el dinero sale siempre de la bolsa de quienes necesitan el servicio en el que apoyan sus ganancias los corruptos: la vivienda se paga más cara, llega menos dinero a sanidad o educación, se desvían los presupuesto a lo que más machacantes deja al corrupto… No es fácil evaluar los daños de la malversación de fondos.

El caporal o los caporales del Gürtel se las sabían todas. El Arcipreste de Hita ya nos dejó la sentencia de que “el mundo por dos cosas trabaja: la primera, / por aver mantenençia; la otra era / por aver juntamiento con fembra placentera”. Y ellos, hala, a procurar dinero y a proporcionar hembras placenteras para trincar por los “miembros” más sensibles. Menos mal que de todas las que se sabían, una la ignoraban. Y todos los Aquiles tienen su tendón. Y los han cogido y los juzgarán. Presupongamos inocencia constitucional, pero los juzgarán y pagarán hasta por los cincuenta mil folios –y las copias correspondientes- que se han reunido en el sumario.

jueves, 21 de enero de 2010

¿El ladrillazo de Haití?

¿El ladrillazo de Haití?

Me cuentan en la presentación adjunta a un correo-e que un ejecutivo brillante y bien pagado, en la burbuja de su ego inflado de éxito, corría en su auto, caro, magnífico, deslumbrante. Su pavoneo era absoluto. De pronto, escuchó un duro golpe en la puerta. Detuvo la máquina y comprobó el daño en la carrocería flamante del signo externo de su posición social. Con las mismas, giró, cambió de sentido y se acercó al lugar del impacto. Un chiquillo parecía el responsable del ladrillazo. El ejecutivo le echó la bronca y le pidió explicaciones con la amenaza de pagar caro el daño a la chapa de su coche. El chico llorando explicó entre lágrimas: “Por favor, señor, por favor. ¡Lo siento mucho! No sé qué hacer. Le lance el ladrillo porque nadie se detenía... Es mi hermano. Se descarriló su silla de ruedas y se cayó al suelo... Y no puedo levantarlo. ¿Puede usted, por favor, ayudarme a sentarlo en su silla? Está golpeado, y pesa mucho para mí sólito... Soy muy pequeño”. El ejecutivo reaccionó positivamente: después de cerciorarse de la verdad, ayudó al niño a subir al hermano en la silla de ruedas. Le limpió las heridas al joven indefenso y, cuando el niño, empujando trabajosamente la silla, se alejó hacia su casa, se subió en su jaguar y se marchó. Eso sí, conmovido, emocionado, marcado por lo que había visto. Termina el relato con estas palabras: “El ejecutivo aún no ha reparado la puerta del auto, manteniendo la hendidura que le hizo el ladrillazo, para recordarle que no se debe ir por la vida tan distraído y tan deprisa que alguien tenga que lanzarle un ladrillo para que preste atención a la realidad del mundo”.
Tiene peligros de perderse en el jardín laberíntico de un dios inescrutable el hecho de colegir del relato que lo ocurrido en Haití es un ladrillazo a nuestro mundo occidental, tan ejecutivo y eficaz, pese a la crisis tan artificial como lamentable y con víctimas tan concretas, siempre las mismas. Existe la indigencia nuestra de cada día, existe la miseria, la injusticia, existen las marcadas diferencias entre ricos y pobres. Y sólo las desgracias apocalípticas como la del reciente terremoto hacen que detengamos nuestro patinete, nuestro carro, nuestro coche, nuestro tren de vida. ¿A costa de qué desgracia vamos a reaccionar de una vez por todas? La cuestión no es reaccionar una vez ante un ladrillazo atroz, la cuestión es luchar cotidianamente por un mundo más justo y equilibrado socialmente.