martes, 25 de diciembre de 2012


La pensión de expresidente. Cuento de Navidad 2012

Antonio García Velasco

A José García Pérez que el otro día celebraba mis cuentos cortos. Con mis deseos de Felicidad para todos.

Me lo encontré por Navidad. El que había sido presidente del gobierno de los recortes, la austeridad y el ajuste se quejaba ahora de que su pensión había disminuido tanto que no le permitía ni unas vacaciones con el Imserso en un hotel de tres estrellas. Es cierto que los tiempos han cambiado mucho desde que las políticas económicas están dirigidas por tecnócratas que sólo saben de cuadraturas de déficits y de protección de los intereses de los banqueros. Pero que el expresidente se queje, como el coronel de García Márquez, de que no le llega la pensión es ya muy preocupante,

Hay quien dice que tiene lo que se merece, que quien siembra ajustes y supresiones de pagas extras recoge cosechas de falta de liquidez en los bolsillos personales.

-Fíjate tú, me decía, que tengo un dolorcito aquí en el lado derecho, a la altura del hígado, y no me atrevo a ir al médico.

-¿Por qué? -pregunté extrañado-. La salud es lo primero.

-Temo que el copago me desequilibre el presupuesto de este mes y el de los venideros.

-¿El copago? -volví a preguntar como quien no sabe de qué va el asunto.

-Sí, bueno. Ya sabes. Hubo un tiempo, ¿quién gobernaba entonces, quién?, en que los ministerios, en vez de tratar de rebañar lo más posible para atender sus necesidades, competían por ver quienes contribuían más al ahorro del gasto público o era capaz de aportar más dinero a las arcas del estado. Hasta el Ministerio de Sanidad trató de recaudar e implantó el copago por asistencia médica, traslado al hospital de los enfermos crónicos, receta de medicamentos, etc. etc. Si voy al médico y me manda revisiones periódicas y tengo que ir al hospital, mi pensión no da para tanto. Y si, además, hay que pagar una parte de las medicinas... ¿Lo entiendes?

-Y, ¿quién gobernaba cuando eso ocurría?

-La verdad es que no lo recuerdo. Pero, sin duda, el que fuera había olvidado aquel artículo precioso de la Constitución de 1812 que decía "El objeto del Gobierno es la felicidad de la Nación, puesto que el fin de toda sociedad política no es otro que el bienestar de los individuos que la componen".

-De esa Constitución hace ya mucho tiempo. Y, además, sólo estuvo en vigor un par de años.

Me miró sorprendido, como quien oye hablar a un extraterrestre. Y dio por terminada la conversación. Me deseo rutinariamente Feliz Navidad y se marchó con su paso lento, arrastrando los pies, renqueante, murmurando: "El objeto del Gobierno es la felicidad de la Nación. Y no, no me hacen nada feliz los políticos de hoy en día”.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Ocio y aprendizaje, programas reunidos


Explicación no pedida

Antonio García Velasco

Explicación (o excusa) no pedida, acusación confirmada, o como decían en latín medieval: “Excusatio non petita, accusatio manifesta”. De todas formas, a lo mejor, sólo tengo que excusarme ante mí mismo. Y es que, cuando me asomo a este blog y me detengo en la última fecha en la que colgué un artículo, me pregunto, ¿qué he estado haciendo durante tanto tiempo para no ponerme a escribir en él?

Pueden ser demasiadas cosas, pero, sobre todo una: se llama programación de aplicaciones informáticas, aunque haya sido sólo perfeccionamiento de los programas ya creados con anterioridad. Y es que, ya está en marcha la edición de un primer volumen titulado Ocio y Aprendizaje que lleva cuatro aplicaciones: Atril-e, Sopa de letras con imágenes, Dominó didáctico clásico y Cuestionario.

El primero (Atril electrónico) constituye un soporte de libros multimedia, destinado a entretener con la lectura de cuentos y libros multimedia, que permite, además, crear juegos ilimitados a partir de los materiales multimedia de cada uno de los cuentos; trabajar el desarrollo de competencias como la lectura, la escritura, la relación, la memoria visual y auditiva, la secuenciación, etc. Mucho se habla ya en la red de este programa. En esta edición va acompañada de ocho cuentos (o libros), de los que también es autor o coautor el que esto escribe: Escoba de palmitos, Las tres gemas, Peter, a spy sixpenny (en inglés), Una tela maravillosa, Mi nuevo planeta, Mi vida de náufrago, Pedro, un espía de tres al cuarto y Un príncipe encantador.

El segundo, Sopa de Letras con Imágenes, permite crear sopas de letras a partir de los nombres relacionados con imágenes. O sea, presenta de 3 a 10 dibujos o fotos y otras tantas palabras escondidas en la plantilla de letras. Se puede escoger el idioma de las palabras: español, inglés, francés y portugués. Las Sopas se pueden imprimir o resolver en pantalla.

El tercero (Dominó didáctico clásico) crea, a partir de imágenes o enunciados-imágenes, las fichas de un dominó educativo. La versatilidad del programa permite crear infinidad de juegos de fichas, según los intereses de juego (ocio) o curriculares (aprendizaje). Con las fichas creadas se juego al modo del dominó normal.

El cuarto (Cuestionario) permite plantear test de respuesta directa, múltiple o de relación. Puede servir tanto al profesorado como de entretenimiento familiar, al modo de algunos juegos reunidos.

Y, disculpen, la inmodestia de hablar del trabajo personal, aunque sea como explicación al silencio guardado durante tantas semanas en este espacio. Y por no hablar de la crisis ni de los recortes.

Pueden ver más información  sobre estos programas en http://www.librosencasa.es/Programas.htm
 

lunes, 20 de agosto de 2012

Hablar de versos


Carta a un amigo que me envió un soneto
Antonio García Velasco

Amigo Juan, estuvimos hablando de literatura y vamos a seguir “discutiendo” de versos aunque haya tanta crisis, tan alta prima de riesgo, tanto riesgo de que aún nos vaya peor y tanto calor en un verano atípico y harto de bosques quemados. Pero, privadamente, podemos hablar hasta de fútbol, ¿qué digo? De fútbol es obligado hablar en privado y en público, cosa de la alienación que nos invade. ¿Recuerdas cuando la izquierda hablaba del fútbol como invento de la derecha y opio del pueblo? “El pan y el circo”. Pero, ahora, con izquierda o con derecha, ni pan, ni circo, que hay fútbol y olimpiadas y la tele en todas las casas y ferias por todas partes.

Me mandas el soneto (con estrambote), que te devuelvo medido con los algoritmos de ProComenta. Y, por supuesto, añado un comentario.

* EL INVENTO DEL ENEMIGO

¿Qué sutil egoísmo me conduce  11 11

a mentir al crear un enemigo?  11 11

¿De qué, con tal calumnia, soy testigo?  11 11

De no dilucidar que me seduce  11 11



5 la faz de malestar que siempre aduce  12 11

los valores ausentes; los hostigo  11 11

en búsqueda constante de mi ombligo,  12 11

para así, recusar su desmenuce.  12 11



Desmiento la existencia de enemigo.  13 11

10 Es invento. En mí, ¿cómo no?, luce.  11 10

Necesito el color oro del trigo.  12 11



La farsa y la verdad están conmigo.  12 11

Las entremezclo para que se azuce  12 11

la discordia. Escapo por postigo  11 10



15 que abra lucro pronto. Yo me obligo  12 10

a encontrar un vencido. Y reluce;  12 10

pero… rico, me siento un gran mendigo.  12 11

(Juan Pérez Pozo)



Número total de versos: 17

Versos de 10 sílabas: 4 = 23%

Versos de 11 sílabas: 13 = 76%

 Lógicamente una máquina no es perfecta ni siquiera midiendo versos. Bueno, en realidad es que el programador no le ha dado instrucciones más precisas. O dicho de otro modo, no tiene el programa la instrucción de no contar la sinalefa en los casos en que una palabra termine en vocal y, tras el punto, la palabra empiece también por vocal, caso del verso: Es invento. En mí, ¿cómo no?, luce.  11 10. Métricamente: en  “invento. En mi”, el punto evita la sinalefa y, por tanto, son correctas las once sílabas. Lo mismo ocurre en “a encontrar un vencido. Y reluce;  12 10, pues “en vencido. Y reluce” no existe la sinalefa entre “do_y”, con lo cual, también contamos con las 11 sílabas de rigor. Vale lo mismo para “la discordia. Escapo por postigo  11 10”, donde queda sin efecto la sinalefa “..dia. Escapo…Pero el verso “que abra lucro pronto. Yo me obligo  12 10”, se mire como se mire, requiere una revisión. Observa: “que_abra” exige sinalefa y, al hacerla, el acento rítmico recae en la quinta sílaba: PRONto, con lo que el endecasílabo queda destruido, pues no existe tal verso con esa acentuación: “queA-bra LUcro PRONto. YO meo-BLIgo. Algunos críticos, cuando encuentran un endecasílabo con acento en la quinta, hablan simplemente de “detestable” endecasílabo. Pero, en el caso que nos ocupa, como sin hacer la sinalefa, tenemos las once sílabas sin acento en la quinta, ¿por qué no buscas un sinónimo de “abra” de dos sílabas y que comience por consonante? Sea, por ejemplo: “que traiga lucro pronto. Yo me obligo  12 11”.

En fin, amigo, hablar de versos no es demasiado frecuente y, menos, en estos tiempos atroces que nos han tocado vivir. De todos modos, tu soneto con estrambote plantea un tema que nos hace pensar en la necesidad tan frecuente que siente el ser humano de crearse enemigos para justificar ciertas acciones, de las que sacar partido material o moral. Eso es más importante que un verso presuntamente cojo. El personaje de la declaración recogida en tu soneto presenta, quizás, un atisbo de arrepentimiento, un lamentar su conducta de trepador a base de crear enemigos ficticios y luchar con ellos hasta vencerlos. Es profundo el tema que planteas y te felicito por ello. ¡Ojalá los creadores, provocadores, responsables de esta crisis tengan los mismos sentimientos que tu personaje y, en consecuencia, pongan remedio a la misma! Un abrazo.

Antonio

viernes, 10 de agosto de 2012

Versiones diferentes


¿Qué versión te crees?
Antonio García Velasco

    Nasrudín o Nasr Al-Din Hodja fue un personaje notable del siglo XIII, nacido en la región turca de Anatolia, y que aún hoy protagoniza cuentos y leyendas, anécdotas e historietas. Una mañana pidió prestado a su vecino un puchero. Se lo devolvió unos días más tarde junto con una olla. El vecino le preguntó: "¿Qué es esto, Nasrudín?" Y éste contestó: "Es que tu caldera parió". El vecino se alegró y aceptó la olla con mucho gusto. Pasó algún tiempo y Nasrudín volvió a pedirle prestado el puchero, pero esta vez no se lo devolvió. El vecino llegó a pedírselo: "He venido para llevarme mi caldera. Es que nos hace falta..." Y dijo Nasrudín: "Lo siento mucho, pero tu caldera ha muerto". "¿Cómo?, se extrañó el vecino. No te creo, ¿cómo va a morir un puchero?" Nasrudín contestó en tono de regañina: "Hombre, me creíste cuando te dije que parió, ¿por qué no me crees ahora que te digo que ha muerto?"

   Nos creemos con facilidad aquello que nos conviene y ponemos la interrogación a todo lo que no nos resulta directamente favorable. Somos ingenuos interesados o ladinos incrédulos, según soplen los vientos. Si aceptamos el engaño primero, la excusa del favor, también hemos de aceptar el segundo engaño, el achaque de la negativa.

   Por supuesto que el vecino contará de manera diferente la corrida: "Le presté el puchero y como agradecimiento, al devolvérmelo, me regaló una olla y me contó uno de sus chistes: que la caldera había parido. Celebré la ocurrencia. Pero todo era un engaño para pedirme otra vez el puchero y quedarse con él. Sabe mucho este Nasrudín de las narices hinchadas y la lengua larga, medio tonto unas veces y más listo que el hambre otras". Y es que nadie da a cambio de nada.

   A cuento viene el cuento porque nos venden la burra de los ajustes con la fórmula de los compromisos europeos y el bien común de la salida de la crisis y luego se quema el lino. Y es que primero la caldera pare a tu favor y luego se muere al mío y cambio caldera por olla y hasta se tiene que sentir contento el vecino o aguantar la bronca.

   Siempre estaremos en condiciones que tomar la versión de Nasrudín o la versión del vecino que perdió el puchero. Y a uno u otro tendremos que reírle las decisiones de gobierno o las críticas de la oposición. Pero que ninguno nos dé olla por puchero.

domingo, 29 de julio de 2012

De reformas estructurales

Reformas estructurales

Antonio García Velasco

Sólo una: suprimir políticos y bajarles el suelo a los que queden. Puede que sea exagerado lo de que, en España, tenemos 300.000 políticos más que en Alemania con la mitad de la población. Puede que lo cierto sea que no se llegue a 80.000 políticos. Pero, aun así, sobran algunos miles y, sobre todo, sobra mangoneo y falta eficacia para conseguir el llamado “bien común”.

Ya Aristóteles planteaba que cuando el ciudadano ha triunfado en sus negocios y, por tanto, ha resuelto su vida, el siguiente paso era servir al bien público con el ejercicio de la política. Pero, aquí, en esta España nuestra de cada día, nos metemos a políticos para resolver nuestra vida. No tenemos donde caernos muertos y la solución para encontrar un colchón confortable para vivir es hacernos políticos.

Un modo de reducir políticos, gastos y sobredimensión estatal, es modificar la Constitución en los puntos relacionados con este estado de las autonomías (autonosuyas escriben algunos) que ha creado la mayor aberración en tanto que obligan a gastar en duplicidades y desencantos lo que nuestro PIB no alcanza. Para ello, los nacionalismos tendrían que renunciar –o habría que imponerles (democráticamente, por supuesto) la renuncia- a su retrógrada, reaccionaria y caduca mentalidad dieciochesca y avenirse a una España única e integrada en la Europa de los Pueblos, no en la de los mercados y la especulación.

Partidos políticos, sobre todo PP y PSOE, apostad por la reforma estructural auténtica, que esto se ha desmadrado de tal modo que, ciertamente, sufre la sanidad –y lo primero es la salud, dice el pueblo-, sufre la educación –la mejor inversión de futuro, dice el pueblo-, sufre el bienestar social, sufren los seis millones de parados, sufrimos todos.

Decía la Pepa, la Constitución de 1812, que “El objeto del Gobierno es la felicidad de la Nación, puesto que el fin de toda sociedad política no es otro que el bienestar de los individuos que la componen”. Pero nuestra Constitución actual no tiene enunciados tan claros y precisos y bien lejos del bienestar nos tienen los políticos a los ciudadanos que componemos la Nación.

domingo, 22 de julio de 2012

Emigrantes cualificados

Emigración del talento

Antonio García Velasco

 Del talento, no del talante. Mi amigo Tomas está que trina: su hijo terminó la carrera y un máster que le ha costado un dineral, por el que todavía está pagando el préstamo personal. Y, ahora, como Tomasín no encuentra trabajo en España, ha decidido marcharse a Austria Leyó el joven en su tableta que Austria, con una tasa de paro del 4%, precisa profesionales cualificados, como ingenieros industriales e informáticos, sobre todo técnicos, y que hablen inglés muy bien”. “Papá, y yo hablo bien inglés, un poco de alemán y soy ingeniero”.

-Bien que me ha costado los buenos cuartos tu carrera y tus clases de inglés y de alemán. Y el máster y la madre que parió a tantas exigencias.

-Papá, no te cabrees. Aquí no hay trabajo y, se puede decir, que hoy en día no existen distancias, que estamos a un tiro de piedra de cualquier parte del mundo.

-Prefería tenerte a la vuelta de la esquina.

-¿Sin trabajo? España no levanta cabeza entre tanto paro, tanta economía sumergida, tanto dinero en paraísos fiscales y tantísimos recortes y subidas de impuestos. Se le echa la culpa al déficit, pero aquí tenemos una administración desbordada, más administradores o políticos que administrados y bienes administrables. Poco arreglo nos queda, papá.

-Pero es lamentable que nos gastemos los cuartos en la formación de jóvenes como tú para que os vayáis al extranjero a rendir beneficios a los foráneos.

-Muy lamentable, pero ¿qué hago si no me voy? ¿Brazo sobre brazo y viviendo de vuestra pensión, papá? También recortada, por cierto, ya sea por la subida de impuestos, ya por la pérdida de poder adquisitivo. ¡Esto tiene difícil solución!

Y Tomás sigue trinando y mucho más hoy, cuando su hijo cogió el petate y pasó a la zona de embarque del aeropuerto para volar hacia Austria.

-Son los tiempos, Tomás, son los tiempos.

-¡Y la política! –exclamó mi amigo con lágrimas en los ojos, abrazado a su esposa, la madre del chico, que, sin palabras, lloraba desconsoladamente.

jueves, 14 de junio de 2012

La prima hermana de Riesgo


La prima de Riesgo
Antonio García Velasco

La prima de Riesgo es casquivana, caprichosa, indomable, exigente. Me la presentaron y, de pronto, parecía cariñosa y amable y, al momento, da unos plantes que tiran de espaldas, con riesgo de rotura de nariz. Está de buen ver la prima, pero no puede uno fiarse de ella.

Le preguntamos a Riesgo si su prima es decente. Y Riesgo se echa a reír, como diciendo: “Decente, decente, lo que se dice decente, no es. Por dinero contante y sonante se va siempre con el mejor postor. Y le hace primores”. “¿En la cama?” “En la cama, en el sofá, en la esquina del barrio, en los asientos del coche. A ella sólo le interesa el tocateja, el beneficio, el interés alto y rentable a corto, medio y largo plazo”. “O sea, que tu prima, Riesgo, es una puta de mucho cuidado”.

-Pero peor son sus proxenetas, afirmó Riesgo. Porque ellos, personalmente o por medio de agencias, presionan, la presionan, la manipulan y cuando parece domable y dominada, le encienden los ánimos, se rebela y se desorbita en sus exigencias. Ni yo mismo la puedo ver y eso que es mi prima, como mi hermana. Y nos hemos criado juntos y juntos fuimos a la escuela y juntos pasamos la selectividad. Pero ya ni la conozco. Y lo peor, crea adicción, contamina, arrastra y nos implica a todos. Tomar contacto con ella es exponerse a la ruina: nos vuelve tan ciegos, tan irracionales, que sólo nos quedan manos para buscar dinero para ella, recortando gastos de donde sea, o recortando cañones para atracar y conseguir lo suficiente para sus devaneos y morbosidades. Pienso que necesitaría un buen chulo que la meta en “verea”, que la doblegue, que se impongan a ella con dos cojones. Lo demás es marear la perdiz y arrastrarnos a todos al desfiladero.

-Yo diría, Riesgo, que tú no estás hablando de tu prima, sino de la prima de riesgo de la deuda soberana y los recortes que nos imponen los gobiernos de turno. Y los autonómicos con ellos. Y Alemania y Bruselas.

-Te lo tomas como te dé la gana. Pero reniego de mi prima y de la madre que la parió.

domingo, 27 de mayo de 2012


Carminativos destartalados

Antonio García Velasco

Nos estamos encontrando demasiadas cosas raras en este palabrerío cotidiano con el que se tienden los tupidos velos y las cortinas oscuras sobre la realidad del mundo, de Europa, de España. ¡Ay, España! Alguien, por ejemplo, decía “Mi palurdo, mi palurdo, la gallina y unos potocos”. Ignoro a quien se refería y quiénes son esos potocos, dicho a la chilena, cuando aquí hubiésemos dichos simplemente rechonchos. Quienes más potentes y extendidos tienen los altavoces o los voceros son más escuchados, aunque carezcan de razón y, a la larga, nos impongan sus criterios. Pero, ¿a quién llaman palurdo, o gallina, o rechoncho, digo potoco? Y alguien responde: “A buen entendedor…” No debo ser buen entendedor porque, en esta ocasión no me entero.

Y escucho también “Algunas hostigadas marran”. Y me aclaro sobre “hostigadas”, o sea, molestadas, fustigadas o incitadas con insistencia para que hagan algo. Y sobre “marran”, de marrar, del antiguo marrir, y este del germánico. *marrjan, molestar, pero empleado como errar, por lo que significa “desviarse del camino recto”. Dicho de otra manera, personas que, además de hostigadas, se apartan del camino recto. ¿Dónde estamos, de buenas a primeras? ¿Víctimas y encima equivocados? Juro que no me entero del trajín cotidiano, de los dimes y diretes con los que nos bombardean: de pronto A y, al momento, lo contario de A. Para unos A y para otros B, siendo A y B absolutamente incompatibles, irreconciliables, encontrados, antónimos.

El colmo vino cuando escucho que “aquellas telsas blindan aquellas cholas”. ¿No es telsa una palabra que no recoge el DRAE y que significa “unidad de inducción magnética”, término de la Física? ¿Y no es chola una mestiza de sangre europea y sangre indígena, o no se llama así a la india que adopta los usos occidentales? ¿Por qué, pues, aquellas telsas blindan aquellas cholas? Mucho predicar, sermonear, mitinear, tertuliar y poco dar trigo, o, mejor, soluciones a esta situación de desamparo, indigencia y resignación.

Para más inri el tertuliano que dijo: “…imperialista en sus pluscuamperfectos absorbentes desde algunas fricativas…” Me falta el contexto para poder entenderlo, pero unos y otros descontextualizan las frases, sacan sus conclusiones y adoptan la actitud de los poseedores de la verdad absoluta. No está el horno, hoy, para más bollos.

jueves, 26 de abril de 2012

Imposible lección de economía


Los bancos viven de prestar dinero a altos intereses si es posible. Por otra parte, cuando conceden préstamos procuran la garantía de que cobrarán lo prestado y los intereses establecidos. El banco no hace ningún negocio con mi amigo Lucas: vive con déficit cero, ni ahorra ni tiene necesidad de pedir créditos. Lo que gana, gasta.

España vive en la ruina y estamos todos arremolinados en el fango mugriento de las deudas. Los bancos presionan, los prestamistas exigen, los “mercados” se imponen. Los ciudadanos de a pie reciben por todos los lados las tortas de la falta de pan. Los hijos estarán en las clases en peores condiciones educativas. Si tienen la desgracia de caer enfermos, la enfermedad será más cara, aun siendo tan penosa de por sí y pagando los seguros sanitarios. Los precios suben, los sueldos bajan por el irpf o por retenciones decretadas. Todo se justifica con la crisis y el cumplimiento del pago de la deuda soberana. No preguntes cómo se ha llegado a tal situación de endeudamiento, que a nadie se le exigen responsabilidades, aunque como consecuencia se hayan de imponer recortes y más recortes. Ni ovejas ni borregos piden explicaciones a quienes les recortan la lana.

Lucas afirma que su déficit cero es la muerte de la gallina de los huevos de oro de los bancos. Si todos los estados gastan lo mismo que ingresan, ¿cómo seguirán ganando tanto los especuladores, prestamistas, banqueros? ¿Invirtiendo en lo tangible y productivo? ¿Dando créditos a los particulares para que sean éstos quienes generen empresas y riqueza? Voy a que Lucas me dé lecciones de economía y lo único que sale de su boca es “Procura que nunca vaya el carro delante de los bueyes”. Bueno, bien, pero, ¿qué hacer hoy en que nos atropella el carro y nos pisotean los bueyes desbocados? Hubo un tiempo en el que el negocio era deber dinero. Nunca lo entendí. Antaño se hacían obras y reformas cuando se había ahorrado lo suficiente y no antes, por lo que suponía de endeudamiento. Pero, por otra parte, si las ideas emprendedoras fluyen y no hay dinero para ponerlas en marcha, si no se pide el préstamo correspondiente, quedamos sumidos en la miseria, apresados en sus arenas movedizas, condenados. Más, ¿cómo llegaron a hacer dinero los que pueden prestarlo a altos intereses? Sigo con mi ignorancia en economía y Lucas, que no debe nada a nadie, se niega a dar lecciones: “El trabajo honrado personal es la única fuente de riqueza válida”, se escapó otro día por esta tangente. ¿Trabajo por cuenta propia o por cuenta ajena?, pregunté. Pero ya había hablado demasiado la parquedad de Lucas.

jueves, 23 de febrero de 2012

Su personal reforma laboral

Reforma laboral

Antonio García Velasco

Para reforma laboral la que ha conseguido mi vecino y amigo Ernesto Capitán: de simple camarero en peligro de ir al paro se ha convertido en millonario eurista: más de tres millones de euros le han tocado en una quiniela, primitiva, euromillones, gordo de la primitiva, bonoloto, lotería nacional o cualquier otra forma de pagar impuestos con ilusión descontrolada –la ilusión, no el dinero- por el Estado. Se levantó aquella mañana con su boleto premiado, fue a depositarlo al banco, se vistió de gala y se presentó en el bar a que le sirvieran, en vez de servirlo él, un café con churros. “Tú tienes que estar en la barra”, le dijo el jefe. “Yo vengo a pedir un despido procedente o improcedente, que estoy que me salgo con la reforma laboral”. “¿Qué neura es la que te ha entrado, Capitán?” “La neura de la reforma. Aquí en este país estamos siempre reformándolo todo, que la educación, que la legislación laboral, que el matrimonio homosexual, que la ley del aborto, que el código civil o penal… Y yo, también, por fin, definitivamente, voy a hacer mi propia reforma laboral. A partir de hoy, acostarme y levantarme a la hora que me dé la gana, venir a tomar café con churros, pitufos, magdalenas, lo que me apetezca, salir y entrar, viajar o quedarme en casita viendo una película de vaqueros o de amoríos… En fin, que reformo mi situación laboral y vital y que os vayan dando a todos lo que cada uno merezca. Por no decir otra cosa”.

-Te has levantado con el pie cambiado –le dijo el jefe, el exjefe.

-Pero ahora quiero mi café con churros, por favor –se sonrió Ernesto Capitán.

-No me vengas con cuentos, que te despido.

-¿Despido procedente o improcedente? ¿Veinte o treinta y tres días de indemnización por año trabajado? ¿O esperamos a que el PSOE y los sindicatos hagan otra reforma laboral con la inspiración del hambre de poder? ¿No dicen que el hambre agudiza el ingenio? Pues, si no hicieron la reforma adecuada cuando tenían el poder, ¿a cuento de qué van a hacerla ahora? Me pregunto.

-Nunca te he visto tan locuaz ni tan loco.

-De acuerdo, pero sírveme el café con los churros que quiero disfrutar cuanto antes de mi reforma laboral.

jueves, 2 de febrero de 2012

De la Oda a la Elegía

Oda a la papa o elegía

Antonio García Velasco

Sólo en España, doce millones de pobres y resulta que las papas son el alimento que más ha subido el precio en los últimos tiempos (más de un 12% decía la prensa). Pablo Neruda nos dejó su Oda a la papa: “Papa/ te llamas, / papa, / y no patata, / no naciste con barba, / no eres castellana, / eres oscura / como / nuestra piel, / somos americanos, / papa, / somos indios”. La proclama “enemiga del hambre” y, ahora resulta que, con tantos parados, con tantos pobres, con tantos hambrientos, sube su precio por encima de alimentos supuestamente más exquisitos y menos imprescindibles. “Universal delicia, / no esperabas / mi canto / porque eres sorda / y ciega/ y enterrada. / Apenas / si hablas en el infierno/ del aceite / o cantas / en las freidurías / de los puertos, / cerca de las guitarras, / silenciosa, / harina de la noche / subterránea, / tesoro interminable / de los pueblos”. Aunque esta crisis esté acabando con las papas y con los pueblos. Explotan tanto los banqueros a los pueblos, y a las papas, que, por inanición, acabarán con la gallina de los huevos de oro, de las claras y las yemas.

¿Quiénes nos manejan, nos exprimen, nos conducen por este callejón angosto de paro, sueldos bajos, recortes por todas partes, gobiernos doblegados a los acreedores usureros y aprovechados? ¿Quiénes nos conducen por esta avenida amplia del conformismo y la resignación? Tener un trabajo, al sueldo que sea, ya es consuelo y bendición. Así nos lo han hecho creer. Pero hay demasiados altos sueldos en los banqueros y políticos para que vengan a hablarnos, permanentemente de solidaridad y de cinturones apretados hasta la talla de las vacas flacas. Pero hay demasiados beneficios en los especuladores para que sea una mayoría de pueblo silencioso quien tenga que pagar los altos costes de las deudas que no fueron contraídas por nosotros.

Y tú, papa, cada vez más cara, aunque, con Pablo Neruda de nuevo: “honrada eres / como / una mano/ que trabaja en la tierra, / familiar / eres / como / una gallina, / compacta como un queso / que la tierra elabora/ en sus ubres / nutricias, / enemiga del hambre, / en todas / las naciones / se enterró tu bandera / vencedora…” Vencida por la crisis que nos pinta de blanco, que nos hunde y nos quema. Pasamos a la elegía.

miércoles, 25 de enero de 2012

Los números de la Bestia

Un cuento para tiempos de crisis

Había poca gente por la calle y la circulación aminoraba. Eran las primeras horas de la noche, pero el tiempo frío despoblaba el barrio. Dudaba si acercarse al cajero de la entidad bancaria que ofrecía sus servicios a poca distancia. Valoró con la mirada los alrededores y se decidió, “no pasará nada”. Extrajo la tarjeta de su billetera. La introdujo en la ranura que indicaba la máquina. “Teclee su número personal” apareció en la pantalla en varios idiomas. A marcarlo se disponía cuando se percató de que un individuo se acercaba. Dudó. Pero no le pareció mal su aspecto y, por otra parte, pensó que “no es conveniente mostrar miedo”. Tecleó los cuatro dígitos de su clave. Aparecieron las opciones pertinentes y pulsó la de “Sacar dinero”. La respuesta de la máquina fue inmediata: “No es posible atender su petición en este momento”. ¡Maldición!, exclamó. ¡No tengo dinero ni para tomar un taxi!

-¿Qué le ocurre? –peguntó el desconocido.

-La máquina está estropeada y no da dinero –explicó con cierto recelo.

-No se preocupe –dijo el hombre. Recoja la tarjeta y el dinero que va a darle cuando yo haya marcado unos números.

Quedó sorprendido. Pero se animó a obedecer. Canceló la operación y dejó paso a quien le había hablado. El hombre se acercó al teclado y pulsó unos dígitos con tal rapidez que Andrés no tuvo tiempo de seguirlos con la mirada. La máquina comenzó a expeler billetes de veinte y cincuenta euros.

-Tómelos. Son para usted –dijo el hombre.

Andrés dudó. Pero la amabilidad, seguridad y autoridad de aquella voz obligaban a recoger los billetes.

-Gracias –dijo mientras guardaba el dinero. Al levantar la mirada para ver la cara de su benefactor, éste había desaparecido. Quedó atónito y extrañado, maravillado y confuso.

Hasta que llegó a casa no se percató de los 666666 euros que llevaba en el bolsillo, después de haber pagado el taxi. No tenía tanto dinero en su cuenta: “¡Ay, pensó, quizás sea un pacto con la Bestia lo único que nos haga salir de la crisis. Pero ¿me pedirá algo a cambio?”

Antonio García Velasco