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jueves, 15 de diciembre de 2016

Diáspora tristísima


Diáspora

Antonio García Velasco



El cauce del río estaba cada día más contaminado. Lo mismo le ocurría al agua del lago. Por ello, los humanos habitantes de aquel valle decidieron marcharse a un lugar acogedor. Pero todas las zonas estaban ya ocupadas por otros humanos que no siempre se mostraban dispuestos a compartir. De ese modo, aquellos que fueron colonos de una tierra fértil se convirtieron en emigrantes buscando la acogida de zonas hospitalarias. Han pasado muchas décadas y, todavía, no ha vuelto el valle a ser como era antes de la colonización. Tampoco sus colonos primigenios han encontrado lugar donde asentarse, salvo donde se han instalado por la fuerza dominadora.


domingo, 22 de julio de 2012

Emigrantes cualificados

Emigración del talento

Antonio García Velasco

 Del talento, no del talante. Mi amigo Tomas está que trina: su hijo terminó la carrera y un máster que le ha costado un dineral, por el que todavía está pagando el préstamo personal. Y, ahora, como Tomasín no encuentra trabajo en España, ha decidido marcharse a Austria Leyó el joven en su tableta que Austria, con una tasa de paro del 4%, precisa profesionales cualificados, como ingenieros industriales e informáticos, sobre todo técnicos, y que hablen inglés muy bien”. “Papá, y yo hablo bien inglés, un poco de alemán y soy ingeniero”.

-Bien que me ha costado los buenos cuartos tu carrera y tus clases de inglés y de alemán. Y el máster y la madre que parió a tantas exigencias.

-Papá, no te cabrees. Aquí no hay trabajo y, se puede decir, que hoy en día no existen distancias, que estamos a un tiro de piedra de cualquier parte del mundo.

-Prefería tenerte a la vuelta de la esquina.

-¿Sin trabajo? España no levanta cabeza entre tanto paro, tanta economía sumergida, tanto dinero en paraísos fiscales y tantísimos recortes y subidas de impuestos. Se le echa la culpa al déficit, pero aquí tenemos una administración desbordada, más administradores o políticos que administrados y bienes administrables. Poco arreglo nos queda, papá.

-Pero es lamentable que nos gastemos los cuartos en la formación de jóvenes como tú para que os vayáis al extranjero a rendir beneficios a los foráneos.

-Muy lamentable, pero ¿qué hago si no me voy? ¿Brazo sobre brazo y viviendo de vuestra pensión, papá? También recortada, por cierto, ya sea por la subida de impuestos, ya por la pérdida de poder adquisitivo. ¡Esto tiene difícil solución!

Y Tomás sigue trinando y mucho más hoy, cuando su hijo cogió el petate y pasó a la zona de embarque del aeropuerto para volar hacia Austria.

-Son los tiempos, Tomás, son los tiempos.

-¡Y la política! –exclamó mi amigo con lágrimas en los ojos, abrazado a su esposa, la madre del chico, que, sin palabras, lloraba desconsoladamente.