jueves, 26 de abril de 2012
Imposible lección de economía
Los bancos viven de prestar dinero a altos intereses si es posible. Por otra parte, cuando conceden préstamos procuran la garantía de que cobrarán lo prestado y los intereses establecidos. El banco no hace ningún negocio con mi amigo Lucas: vive con déficit cero, ni ahorra ni tiene necesidad de pedir créditos. Lo que gana, gasta.
España vive en la ruina y estamos todos arremolinados en el fango mugriento de las deudas. Los bancos presionan, los prestamistas exigen, los “mercados” se imponen. Los ciudadanos de a pie reciben por todos los lados las tortas de la falta de pan. Los hijos estarán en las clases en peores condiciones educativas. Si tienen la desgracia de caer enfermos, la enfermedad será más cara, aun siendo tan penosa de por sí y pagando los seguros sanitarios. Los precios suben, los sueldos bajan por el irpf o por retenciones decretadas. Todo se justifica con la crisis y el cumplimiento del pago de la deuda soberana. No preguntes cómo se ha llegado a tal situación de endeudamiento, que a nadie se le exigen responsabilidades, aunque como consecuencia se hayan de imponer recortes y más recortes. Ni ovejas ni borregos piden explicaciones a quienes les recortan la lana.
Lucas afirma que su déficit cero es la muerte de la gallina de los huevos de oro de los bancos. Si todos los estados gastan lo mismo que ingresan, ¿cómo seguirán ganando tanto los especuladores, prestamistas, banqueros? ¿Invirtiendo en lo tangible y productivo? ¿Dando créditos a los particulares para que sean éstos quienes generen empresas y riqueza? Voy a que Lucas me dé lecciones de economía y lo único que sale de su boca es “Procura que nunca vaya el carro delante de los bueyes”. Bueno, bien, pero, ¿qué hacer hoy en que nos atropella el carro y nos pisotean los bueyes desbocados? Hubo un tiempo en el que el negocio era deber dinero. Nunca lo entendí. Antaño se hacían obras y reformas cuando se había ahorrado lo suficiente y no antes, por lo que suponía de endeudamiento. Pero, por otra parte, si las ideas emprendedoras fluyen y no hay dinero para ponerlas en marcha, si no se pide el préstamo correspondiente, quedamos sumidos en la miseria, apresados en sus arenas movedizas, condenados. Más, ¿cómo llegaron a hacer dinero los que pueden prestarlo a altos intereses? Sigo con mi ignorancia en economía y Lucas, que no debe nada a nadie, se niega a dar lecciones: “El trabajo honrado personal es la única fuente de riqueza válida”, se escapó otro día por esta tangente. ¿Trabajo por cuenta propia o por cuenta ajena?, pregunté. Pero ya había hablado demasiado la parquedad de Lucas.
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