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domingo, 13 de marzo de 2022

092 Microcuento ¿QUÉ ES UNA PRESIDENTA?

 

¿Qué es una presidenta?

Antonio García Velasco

       Todos los cerebros del mundo son impotentes

contra cualquier estupidez que esté de moda.

Jean de La Fontaine (1621-1695)

 

 

—Se ha extendido como un reguero de agua sucia el uso del término "presidenta". ¿Y qué es una presidenta?

—Hija, no hay más que verlo: una mujer que tiene en sus manos el gobierno de una comunidad, de una nación o que está al frente de una institución...

—¡No, mamá, no. Esa mujer es una presidente, porque presidente es persona que preside. ¿No es persona una mujer? Yo quiero ser presidente, mamá.

—¿Tú es que sabes más que el diccionario? Anda, niña, sigue estudiando. Deja de soñar y sigue estudiando.



 

martes, 19 de febrero de 2019

002 Microcuento La participante ganadora


La participante ganadora

Antonio García Velasco



En principio, la obsequiaron con una guirnalda al modo hawaiano. Al cuello la lucía. Y la obligaron a convertirse en hablante, a ella que tanto le gustaba ser oyente.

-Una participante más he sido y ahora me nombran ganadora. Atended que no he dicho participanta, pues estamos ante un participio activo o de presente. Del verbo participar. Tan activas somos las mujeres como los hombres. O más. Si yo presidiera una institución no me gustaría la rebaja de ser la presidenta, sino la presidente. No decimos la estudianta, sino la estudiante. No decimos la hablanta, sino la hablante... ¿Por qué con presidir tiene que ser distinto? Os aseguro que hay mucha confusión, mucho complejo y mucha ignorancia en esto del lenguaje "políticamente correcto". Y estoy un poco harta de...

En ese momento recibió un codazo de la directora del acto que la hizo callar.

-Le hemos otorgado el primer premio a Maruja Bernal Díaz. Procedemos a entregárselo en este momento.  Un aplauso para ella -y la señaló.

Y comenzaron a aplaudir. Mucho más cuando le ofrecieron el premio: un diploma y una caja de la galletería patrocinadora.

Ella dejó la guirnalda en el suelo, hizo trizas el diploma, esparció las galletas sobre el público y se marchó refunfuñando: "Eres una embarganta, directora, una verdadera estorbanta, una impedienta estúpida".

Deslucida quedó la fiesta.


jueves, 16 de febrero de 2017

Microrrelato 66 El acordeón de la popularidad


El acordeón de la popularidad

Antonio García Velasco



Había una vez un {rey, presidente, dictador, caudillo} que no era muy popular ni muy querido por los habitantes del País. El músico que ya conocemos llegó a la capital dispuesto a interpretar sus melodías con un acordeón inventado por él. Como su música era encantadora, las gentes acudían, como siempre, en tropel, para escucharla. El {rey, presidente, dictador, caudillo}, al darse cuenta de la popularidad del acordeonista, decidió llamarlo a su palacio. Su intención era comprarle el acordeón, aprender a tocarlo y, de ese modo, ganarse la popularidad perdida. Mandó, pues, al capitán de la guardia personal a que buscase al músico. Lo encontró en una plaza rodeado de una gran muchedumbre que, como siempre, escuchaba boquiabierta y entusiasmada. El capitán y sus soldados interrumpieron el concierto y se llevaron al músico a la fuerza. El {rey, presidente, dictador, caudillo} consiguió el acordeón, pero el acordeonista no le enseñó a tocarlo. La impopularidad del {rey, presidente, dictador, caudillo} fue todavía más grande.


viernes, 20 de enero de 2017

37 El poder


El poder

Antonio García Velasco



No le había contado a nadie que deseaba recuperar su antiguo poder. El que tuvo cuando era un niño único y mimado. Le bastaba un simple amago de llanto para que ya los tuviese a todos pendientes de él, tratando de adivinar y complacer sus deseos. Más tarde, cuando ya hablaba, sólo con pedir, se desvivían para que fuese feliz o, al menos, no tuviese motivos de disgusto. Aquellos tiempos pasaron, sin duda, sin posible vuelta atrás. Por ello, ahora, luchaba denodadamente para ser nombrado Presidente de la república bananera.


martes, 10 de enero de 2017

27 Un presidente


Un presidente

Antonio García Velasco



Había una vez un presidente que no era muy popular ni muy querido por los habitantes del País. Había una vez un presidente que convocó a los sabios de la nación para que les presentasen sus mejores inventos y ocurrencias. Había una vez un presidente que siempre pedía "aquello que me diste el otro día". Había una vez un presidente que llegó a la conclusión de que no siempre estamos dispuestos a manifestar en público lo que somos en la intimidad. Había una vez un presidente cuya amiga tuvo que enseñarle el modo de abanicarse de manera eficaz. Había una vez un presidente que hacía como el avestruz. Había una vez... ¿Me pregunto si estamos hablando siempre del mismo presidente?

viernes, 9 de julio de 2010

Participios activos y estatut

Del Estatut y los participios activos

Antonio García Velasco

El Tribunal Constitucional (TC) ha avalado la mayor parte del Estatut de Cataluña tras contabilizarse seis votos a favor y cuatro en contra del borrador presentado por su presidenta, María Emilia Casas” (De la prensa)

De la misma manera que la aberración de llamar “presidenta” a la mujer que preside ha calado y todo el mundo parece usarla sin reparo, la mayor parte del estatuto catalán ha sido avalado por el TC después de un largo parto, para cuyo viaje no se necesitaba tanto paritorio. Los españoles no tenemos remedio: la política impone sus varitas mágicas y hace y deshace incluso en el poder judicial. Para escándalo y bochorno de la ciudadanía.

España parece un país provisional. Su larga historia es un hacer y deshacer reinos, ya uniendo, ya desuniendo. No es un proceso similar al huevo que se echa a freír, un visto y no visto, sino que es largo, lento e inevitable. Con razón nos decía Ángel Ganivet que el español no estará conforme hasta que se le conceda un documento –un estatut, por ejemplo- que diga: “Puedo hacer lo que me dé la gana”. Las autonomías tratan de hacer de su capa un sayo y que se funda el plomo de la nación española o la solidaridad. Es el primer paso para la debilidad de los reinos de taifas, en una Europa que tiende a estar cada vez más unida en proyectos y leyes –incluso de reajustes- comunes. Y en un mundo en el que se habla de globalización.

La política social progresista es una cosa y otra muy distinta es confundir los rábanos del progreso con las hojas de los localismos o nacionalismos trasnochados. De todas formas, la propuesta de modificación del Estatuto catalán no deja contento a nadie, aunque Montilla ya haya realizado su declaración triunfalista: "No han podido liquidar el Estatut". Aquí somos así: admitimos “presidenta” cuando de presidir, el participio activo es “presidente”, pero no admitimos “amanta/amante”, “estudianta/estudiante”, “estimulanta/estimulante”, “caminanta/caminante”, “mendicanta/mendicante” y el largo etcétera de la regla académica del español. Claro que, por ejemplo, las “presidentas” se ven más que las “amantas”, pues las amantes y los amantes se mantienen ocultos. No así las estudiantes, que cada día son más y mejores que los estudiantes. Pero no salen en los telediarios. Y es que nos miremos por donde nos miremos, “España es diferente” y provisional, e impredecible, y absurda, y confusa, y contradictoria. Una hoja movida por el viento que sopla y los gobernantes de turno. Ya veremos los revuelos con el “estatut”.