miércoles, 13 de marzo de 2013

A la pregunta "Tipos de lectura"


Los tipos de lectura, respuestas

Antonio García Velasco

 Los estudiantes no dejan de sorprenderte. Ni siquiera en la Universidad. Así, a la pregunta concreta “Tipos de lectura” (nos situamos en la asignatura “Didáctica de la Lengua española”, en segundo de magisterio), habían de contestar, con una ligera definición de cada tipo, lo siguiente: lectura lineal, lectura de asimilación, lectura con objetivos o exploratoria, lectura mental profunda y lectura creativa. Así de simple y concreto. La mayoría (95%) contesta adecuadamente, pero, analice el lector las respuestas que transcribo literalmente:

1. Se podrían distinguir básicamente tres tipos de lecturas. En una primera lectura se tiene una ligera idea de lo que va el texto, se obtiene una idea principal. En una segunda lectura se obtiene además de la idea de la primera (que ya se tiene), las ideas secundarias, teniendo una comprensión más profunda en la que se entra a valorar más aspectos. Y, por último, en una tercera lectura, se llega a un razonamiento y valoración crítica del texto leído.

2. Los tipos de lectura que podemos encontrar son: Lectura narrativa en la que se narra una historia o acontecimiento, lectura poética en la cual por medio de la prosa o verso se expresa un sentimiento, lectura teatral que es una representación o escenografía de algo en la que intervienen varios personajes. El ensayo en el cual se presenta un estudio o análisis de un tema en concreto.

3. Tipos de lectura: Hay varios tipos de lectura conocidos como primera lectura, segunda lectura y tercera lectura. La primera lectura es la primera que se realiza en un texto y suele ser rápida sin pararse mucho en lo que no se entiende. La segunda lectura es la que se realiza a continuación, intentando comprender y entender los términos, ideas, etc., suele ser lenta y necesita una gran concentración. Tercera lectura es la última lectura que se hace para saber si uno ha entendido el texto y así une las ideas para comprobarlo.

Tuve un profesor en la Universidad que, en los exámenes, iba planteando pregunta a pregunta, dando un tiempo para la respuesta antes de pasar a la siguiente cuestión. Y advertía siempre: “No quiero ver sin escribir a ninguno, aunque no se tenga ni idea. Porque, a lo mejor, la respuesta es graciosa, me río y la puntúo positivamente. Así, pues, a escribir cuando haga las preguntas”. Es lo que parece que han aplicado mis estudiantes, pero no, aunque puedan causar risa, es una risa trágica, como la que provoca la lectura de ciertas hazañas o discursos de don Quijote.

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