Comprobó que el paso del tiempo había producido una notable desecación en su fisonomía y en la totalidad de su piel, como un pantano sobre el que no llueve y va perdiendo nivel y volumen del agua acumulada.
En la farmacia le recomendaron
cremas hidratantes. Pero estaba dominado por una potente niebla de prejuicios
que le impedían acceder a los remedios maquilladores de la estética.
—Bebe
abundante agua.
—Forzaré
a mis riñones y la próstata me presionará más de la cuenta. Tendré que
levantarme a orinar varias veces en la noche y no descansaré adecuadamente.
—Ponte un
pañal de adulto.
—Será
retroceder a tiempos de bebé.
—Hay que
adaptarse a la edad y al momento. Aborda
tus problemas con filosofía, con sensatez, reemprende tu vida, borra de tu
mente tanta idea equivocada y tanto prejuicio.
Pero él
siguió firme en sus principios y una noche murió de absurdo fanatismo.
El fanático es una persona que actúa antes de razonar.
ResponderEliminarSe guía por prejuicios.
El prejuicio es admitir una opinión sin haberla juzgado.
Evidentemente, es un comportamiento estéril, y por tanto indeseable.
Pero hay que matizar, si nos dejamos llevar por un sentimiento, eso no es un sencillo prejuicio:
La madre no ama a su hijo porque le dicen que lo debe querer... Por fortuna, lo ama porque lo ama...
Y el amor es un juicio implícito, algo así como un "comodín" que está por encima del pensar...
O sea, en la raíz del vivir...
Total que murió posiblemente sano pero amargado por sus prejuicios como todo el mundo
ResponderEliminarEl ser humano es propenso, en sí mismo, al equilibrio del pensamiento, el cuerpo y la mente para adaptarse lo mejor posible al medio ambiente que le rodea y que forma parte de su devenir y de sus decisiones. Éstas han de ser consecuentes con un sentido abierto del libre albedrío. Supone el curso natural asentándose en la virtud hacia la felicidad. Criterio formulado por Agustín de Hipona. Lo comparto. Arriesgarse a los prejuicios de sucesivas y cambiantes ideas temporales lo considero un peligroso acercamiento a "genio y figura hasta la sepultura". A no ser que el retrato del refrán se pinte indefinidamente desde todas las gamas cromáticas evolutivas, latentes incluso tras la existencia.
ResponderEliminarAlguna vez leí en alguna parte que un rostro sin arrugas es como un papel sobre el que no se ha escrito nada.Las arrugas son la muestra de que tenemos una historia escrita por nuestra propia experiencia de la vida, de la que estar orgullosos.
ResponderEliminarNo obstante, es muy difícil la aceptación del envejecimiento pero es de sabios saber amoldarse a las circunstancias; quien no se adapta al medio, no sobrevive.
Moraleja: Renovarse o morir...!
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