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sábado, 25 de febrero de 2017

Microrrelato 74 La increíble historia de un pitoflero


La increíble historia de un pitoflero

Antonio García Velasco



Era un pitoflero pitoflero, es decir, era un músico poco hábil y entendido, a la vez que persona charlatana y chismosa. Un día la guardia real lo encontró chismorreando del sultán y lo llevaron a su presencia. "Te cortaré la lengua con mi cimitarra", anunció el príncipe. "Majestad, tenga la misericordia de dejarme hablar en mi defensa. Se lo suplico". Le dio permiso el monarca. "Mi defensa será una coplilla que acompañaré con mi laúd". Comenzó a tocar y a cantar: "Nuestro Dios es tan grande / y misericordioso / que al blasfemo perdona / y recomienda calma. // No ofenden las palabras / al que seguro actúa. / Pero ofensas generan / al débil y al cobarde / inseguro de sí, / acomplejado bobo. / ¿Qué daño puede hacerle / una blasfemia a un dios? / Le vendrán con el cuento / los ángeles malvados. / Pero Dios es tan grande / y misericordioso / que al blasfemo perdona / y recomienda calma. / / ¿Qué daño puede hacerle / una blasfemia a un dios? / Nuestro Dios es tan grande / y misericordioso / que al blasfemo perdona / y recomienda calma". Aunque lo consideraban un pitoflero, la melodía era tan pegadiza que el sultán terminó cantando con él y lo nombró músico cortesano. Dejó de ser chismoso y protestón.


domingo, 22 de enero de 2017

39 Socorro, el tirano


Socorro, el tirano

Antonio García Velasco





Contestó el consejero a la pregunta del monarca: "Pienso, Majestad que el que roba dinero es llamado ladrón, y el que roba libertad es llamado tirano. Tanto el ladrón como el tirano son hombres réprobos, a quienes desprecia la muchedumbre, y, más, los hombres instruidos y sensatos". "¿Quieres decirme que soy un corrupto? ¿Estás insinuando que soy un rey totalitario y dictatorial? ¿A qué viene semejante respuesta? Pienso que te tomas demasiada confianza..." "¡Majestad, yo...!" "¿Incluso te atreves a interrumpirme? Tu actitud ha traspasado todas las líneas rojas de la tolerancia y lo pagarás con tu vida... ¡Guardias!" Mandó que lo fusilaran aquella misma madrugada y el Estado le confiscó sus bienes.