Carta a un amigo que me envió un soneto
Antonio García Velasco
Amigo Juan, estuvimos hablando de
literatura y vamos a seguir “discutiendo” de versos aunque haya tanta crisis, tan
alta prima de riesgo, tanto riesgo de que aún nos vaya peor y tanto calor en un
verano atípico y harto de bosques quemados. Pero, privadamente, podemos hablar
hasta de fútbol, ¿qué digo? De fútbol es obligado hablar en privado y en
público, cosa de la alienación que nos invade. ¿Recuerdas cuando la izquierda
hablaba del fútbol como invento de la derecha y opio del pueblo? “El pan y el
circo”. Pero, ahora, con izquierda o con derecha, ni pan, ni circo, que hay
fútbol y olimpiadas y la tele en todas las casas y ferias por todas partes.
Me mandas el soneto (con estrambote), que
te devuelvo medido con los algoritmos de ProComenta. Y, por supuesto, añado un
comentario.
* EL INVENTO DEL
ENEMIGO
¿Qué sutil
egoísmo me conduce 11 11
a mentir al crear
un enemigo? 11 11
¿De qué, con tal
calumnia, soy testigo? 11 11
De no dilucidar
que me seduce 11 11
5 la faz de
malestar que siempre aduce 12 11
los valores
ausentes; los hostigo 11 11
en búsqueda
constante de mi ombligo, 12 11
para así, recusar
su desmenuce. 12 11
Desmiento la
existencia de enemigo. 13 11
10 Es invento. En
mí, ¿cómo no?, luce. 11 10
Necesito el color
oro del trigo. 12 11
La farsa y la
verdad están conmigo. 12 11
Las entremezclo
para que se azuce 12 11
la discordia.
Escapo por postigo 11 10
15 que abra lucro
pronto. Yo me obligo 12 10
a encontrar un
vencido. Y reluce; 12 10
pero… rico, me
siento un gran mendigo. 12 11
(Juan Pérez Pozo)
Número total de
versos: 17
Versos de 10
sílabas: 4 = 23%
Versos de 11 sílabas: 13 = 76%
En fin, amigo, hablar de versos no es
demasiado frecuente y, menos, en estos tiempos atroces que nos han tocado
vivir. De todos modos, tu soneto con estrambote plantea un tema que nos hace
pensar en la necesidad tan frecuente que siente el ser humano de crearse
enemigos para justificar ciertas acciones, de las que sacar partido material o
moral. Eso es más importante que un verso presuntamente cojo. El personaje de
la declaración recogida en tu soneto presenta, quizás, un atisbo de
arrepentimiento, un lamentar su conducta de trepador a base de crear enemigos
ficticios y luchar con ellos hasta vencerlos. Es profundo el tema que planteas
y te felicito por ello. ¡Ojalá los creadores, provocadores, responsables de
esta crisis tengan los mismos sentimientos que tu personaje y, en consecuencia,
pongan remedio a la misma! Un abrazo.
Antonio