miércoles, 12 de mayo de 2021

063 Microcuento CÁLCULOS EXACTOS

 

Cálculos exactos

Antonio García Velasco

 

La nostalgia le hizo viajar al pasado. Mas llegó tarde. Habían quedado muy atrás aquellos tiempos en los que ayudaba a su madre en la frutería y, en la pesada, acertaba siempre con lo requerido por la señora cliente o el señor que iba a comprar. Ni un gramo más, ni un gramo menos. Estudiaba en la Universidad Ciencias exactas y, por sistema, sacaba tiempo para ayudar a sus padres en el pequeño negocio.

—Satán te llamará al infierno para medir las culpas de cada cual —le pronosticó un amigo enemigo.

—¿Una mujer no puede estudiar Matemáticas?

          —No es lo propio, no.

Contra todos los inconvenientes, concluyó sus estudios y fue fichada por una multinacional para el departamento de contabilidad y previsiones inversoras. Profesionalmente había triunfado. Pero ninguna de sus parejas supo apreciar y aceptar su valía personal. Sufrió tardes de nostalgia y sinsabor.  Quiso volver a los tiempos de estudiante, con sus padres vivos, con sus amigos de niñez y juventud. Pasó con mucho retraso aquel tren de la vuelta al pretérito. Y tomó una decisión después de pensarlo con precisión y cálculo de riesgos: se haría fecundar in vitro y asumiría por sí sola la crianza del hijo.

Embarazada y sin pareja fue pasto de llamas de incomprensión, murmuraciones y crítica. Mas su decisión fue irrevocable y, por fin, nació un bebé esperanzador.

Años después, cuando aquel niño fue adulto, madre e hijo recibieron un prestigioso premio internacional por su contribución a las matemáticas aplicadas a la vida cotidiana y al cálculo de los riesgos de estar vivos y sobrevivir en sociedad.



 

3 comentarios:

  1. Hola soy Encarnación Sánchez Arenas y me ha encantado de este relato la siguiente frase: y al cálculo de los riesgos de estar vivos y sobrevivir en sociedad, todo ello determinado por una sociedad que aboga por el libre albedrío y por una selección caótica de los acontecimientos, que puede ser más o menos certera en sus resoluciones finales.
    Es magnífico este relato.

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  2. Nostalgía y pensamiento crítico, otro ejemplo de excelente microrrelato.

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  3. Cada persona, al nacer, trae consigo una serie de aptitudes. Ha de desarrollarlas, inicialmente, bajo el manto de la lengua materna que el azar le designe.
    La libertad es una célula, entre un mar de células con tendencias puntales. Se ejerce con la toma de decisiones que provienen de la convicción íntima en el momento de tomarlas. Hemos de dejar de lado los prejuicios sociales de cada época, pues también éstos forman una espiral evolutiva constante. Y, además, su amplio paisaje suele contar con intricadas selvas pero también con placenteros oasis. El cálculo exacto de los aciertos estriba, simplemente, en decidir lo más justo y honesto adecuándolo a las peculiaridades individuales. Así, el reconocimiento de los demás se torna en un añadido a la satisfacción íntima. Ésa, siempre permanece. Sobre todo, si enmendamos errores y aspiramos a exprimir esas capacidades que aporten, al menos trasparencia de criterios, al prójimo. Hemos de encontrar nuestro lugar en el mundo, no sólo implicando a esta palabra como sustantivo, sino también, ampliándola al adjetivo opuesto a inmundo.

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