El
desconocido y la poeta
Antonio
García Velasco
Se acercó a ella tras la
presentación de su libro en el Ateneo. Le atrajeron su voz, su elegancia y su
apuesto porte de hermosa mujer.
—...Apestaba la
casa tan lujosa— decía.
—Observe usted que
la última frase que he dicho constituye un endecasílabo. Le diré además que ese
verso es un epodo, o sea, el último de una estancia.
—¿Verso de una
estancia? Señorita, usted bromea. ¿Cómo va a tener versos una estancia, es
decir, una habitación, un lugar de residencia? ¿Qué es lo que quiere decir?
—Le enseñarían en
la escuela que una estancia es un conjunto de silvas que repiten la misma estructura métrica.
—¿No están locos
los poetas aunque sean mujeres?
—La estancia de la
que el verso procede es un canto que trata de revelar de modo difuso, aunque
sazonado, que esa lujosa casa que describe el poema no procede de negocios
limpios, de ganancias transparentes, sino de manejos sucios y corruptos.
—¿Y escriben en la
fachada "esta casa tan lujosa apesta"? ¿Instigados por quién?
—La gente lo
piensa así.
—¿Y se inspira usted en
lo que piensa la gente? Pues debe saber que está hablando de mi casa, de mi
residencia, del lugar donde vivo.
—Usted disculpe —y,
con el rubor encendido, salió de la estancia rompiendo los folios donde tenía
escrita su estancia.
A veces el lenguaje poético y las estructuras que lo forman escapan a la comprensión del profano, tal vez porque la imaginación que despierta el concepto le lleva a otro ligar al que este se refiere.
ResponderEliminarEstancia es palabra polisémica entre cuyos significados se encuentra una estrofa poética determinada.
Me atrevo a hacer un ensayo de estancia y espero tu dictamen sobre su idoneidad:
Tu casa que destila corrupción
que muestra sus estancias de mansión
será tu perdición.
Tu vida que transige entre el delito
hará de ti un malévolo proscrito
forjándote maldito.
Los males que tu infringes al vecino
han sembrado de espinas tu camino
quebrando tu destino.
Feliz semana.
Bien, Antonio, como silva. ¿De qué estancia, ya terminada? Ciertamente el tema parece adecuado al que escribiera la poeta de este microcuento: ...Apestaba la casa tan lujosa... Gracias.
EliminarEnsayo de estancias.
EliminarTienes la habilidad, con tus relatos, de provocar retos y ensayos a los que no somos de letras, en este caso con la aparición de la estancia como articulación de estrofas. Ya sabes que me nomino ensayista, no porque escriba ensayos, que también, sino porque lo mío es ensayar lo que me propongo hacer hasta lograrlo, si puedo, claro. Este ensayo de estancia, de la que no tenía conocimiento como composición poética, lo que me llevó a las silvas resultantes del primero, lo expongo a tu consideración. Tiene más de seis versos por estrofa, endecasílabos y heptasílabos, rima consonante a mi libre albedrio, y se repite rima y métrica en la segunda estancia. La pregunta es: ¿Maestro, es correcto este ensayo de estancia?
Un reto me propongo en plan poeta
que pretende lograr su rima extraña
para ver si el ensayo se completa
y da su visto bueno
a la estrofa que lleva mi artimaña
el profesor ameno,
un sabio corrector que a nadie engaña.
No pagaría yo ni una peseta
al ingenio que marca con su maña
versando las estrofas con su treta
sabiendo que es ajeno
al mundo de las letras y compaña
ya que no es de su seno
pero sí nacido en la extensa España.
Hola, Antonio, supongo que me recordarás. Interesante microrrelato con temática metaliteraria. Me gustan las ambigüedades con las que juega el texto: estancia, suciedad / limpieza. Enhorabuena.
ResponderEliminarP.S.: Estoy en el Club Párrafos Atenienses, del Ateneo, desde hace un par de meses. Sé qué eres Vocal de Literatura. Saludos.
Mucho me suena tu cara en la foto. ¿Nombre real? Comienzo a seguirte en tu blog. Gracias por tu comentario.
EliminarJosé Antonio Ramos. De Antequera.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLo que produce al leer un microcuento de Antonio es aprender el lenguaje en consonancia con el ejercicio literario que aplica. Por ejemplo, yo me considero novelista, autor de teatro y narrador de cuentos, pero atender a la obra de este autor, variada y en particular poética, nos sirve, a los que nos acercamos de forma tangencial a ese campo lírico, como muestrario de sabiduría que nos hace apreciar aquello que nunca hemos sabido. Sé, en cambio, que para hacer un microcuento, sea cualesquiera que sea el tema, el autor por un lado nos enseña con su ejercicio poético, y por el otro abarca los temas narrados con el valor de la sorpresa final, como siempre ocurre con sus cuentos
ResponderEliminar¿La poesía pura es libre? ¿La libertad inherente al consciente albedrío señala personas concretas inmersas en actos puntuales? ¿Con las alas de la pureza no resulta mejor sobrevolar horizontes utópicos? La utopía siempre se dibuja en esbozo. Los primeros pasos, titubeantes en cualquier ilusión, se van trasformando en medidos y fuertes para conseguirla. El anhelo supremo prescinde de la mezquindad. Y, todos los momentos felices beben de un jugo bondadoso. En estrujarlo se sitúa la primera meta.
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