Mi
ordenador asume la personalidad de una amiga
Antonio
García Velasco
Mi ordenador asume la personalidad de una amiga y, al
conversar con él (con la amiga), tiene lugar el siguiente diálogo:
YO: Hola.
AMIGA: Hola. ¿Tomamos algo?
YO: Acabo de tomar café con tu
novio.
YO: No me digas que no tienes
novio, que has roto con Fran... No me lo creo.
AMIGA: ¿No estarás levantando una
calumnia?
YO: Eres tú quien me ha preguntado
por malbaratar y lo he tomado por malmeter. Aunque puede significar malgastar.
¿O quieres decir que estoy malgastando el tiempo?
AMIGA: Creo que yo no soy la
persona indicada para decirlo.
YO: Hemos tomado un café Fran y yo.
No te miento.
AMIGA: ¿Cuándo?
YO: Hace un rato. Y hemos hablado
de ti. Le he dicho que iba a verte para darte un libro.
AMIGA: ¿Cuándo?
YO: Hará media hora, mujer. ¿Por
qué tienes tanto interés en saber el momento?
AMIGA: ¿Por qué me preguntas?
Conoces bien mi respuesta.
YO: ¿Has roto con Fran? ¿En serio?
AMIGA: ¿No estarás levantando una
calumnia?
YO: ¿Otra vez? He estado tomando
café con Fran. No tengo por qué mentirte.
AMIGA: ¿Por qué me preguntas “Otra
vez”? Conoces bien mi respuesta.
YO: Pienso que te ha puesto de mal
humor el que mencione a Fran. Lo siento.
AMIGA: ¿Eso es lo que piensas?
YO: Bien. Esta tarde estás
imposible. Toma el libro. Adiós
AMIGA: Está bien, adiós. ¿Nos
veremos pronto? ¿Nos llamamos?
A lo mejor se molesta
porque no contesté con palabras a sus preguntas.