Minos y el laberinto
Antonio
García Velasco
Quedaría el juramento en rabieta de
adolescente, si bien Minos suspendió el curso. No obstante, pasó al siguiente
por una enredada ley de educación que impedía que los estudiantes repitieran.
Cuando
Minos, pasados los años, se percató de que permanecía en el laberinto de la
ignorancia, buscó a don Julián para decirle: "Feliz Año Nuevo, profesor.
Le ruego me ayude a encontrar la salida".