Un crack jugando al croquet
Antonio García Velasco
Si su abuelo se entretenía
jugando al croquet, ella pasaba las horas enchufada a los auriculares que
recibían las señales acústicas del teléfono móvil.
Si su abuelo adquirió gran maestría dando con el mazo a las bolas de madera que dirigía con precisión para hacerlas pasar bajo los pequeños arcos, ella tenía la habilidad de escribir, en la pequeña pantalla, aceleradamente, mensajes con los dos dedos pulgares, de encontrar la música más novedosa y, sobre todo, de hacerse fotos a sí misma en lugares llamativos.
—¡Esta niña, esta niña, siempre, siempre con el telefonito en la mano! ¡Esta niña! —comentaba el mayor.
Un día la llamó su abuelo
para que le configurara el móvil. Ella nunca llamó al experto en croquet para que la enseñara a jugar.
Una mañana, la joven acompañó
a su abuelo al campo de juego. Le hizo fotos de todas las posturas y un corto
vídeo que colgó en sus redes sociales: "Mi abuelo es un crack jugando al
croquet".
El vídeo se hizo viral y los
mensajes celebrando las habilidades del jubilado petaron el móvil de la nieta.
Nunca supo el abuelo que se había hecho fugazmente famoso en Internet.
Todos somos seres humanos diferentes. Y libres.
ResponderEliminarY tenemos motivos personales que nos llevan a actuar.
Nos mueve a la acción, lo que nos conmueve...
Lo que nos apasiona, proporciona la energía necesaria para sostener un esfuerzo.
Para el hombre, lo más preciado en la vida es vivir según su voluntad y no según la voluntad de otro.
Conseguir las aspiraciones personales, no se alcanza mediante hazañas extraordinarias, sino por los esfuerzos cotidianos...
Es lo que hace el gusano de seda:
Él trabaja, hasta que puede volar.
Es curioso como el contexto, el tiempo y el espacio que nos contienen, define tantas cosas. Tenemos la capacidad de adaptarnos al medio cuando nacemos y somos permeables a sus influencias, pero, una vez contextualizados, ejercemos resistencia para el cambio y nuestra habilidad para asimilar cosas nuevas parece que decrece o, al menos, deja de manifestarse. Tal vez sea porque tenemos interés en aprender todo aquello que necesitamos para la supervivencia en el medio, pero cuando maduramos y nos sentimos dominadores de ese medio acabamos resistiendo a lo nuevo y sosteniendo lo viejo, aquello que dominamos, como forma de resolver las disonancias. El abuelo, seguramente, seguirá jugando al criquet sin importarle demasiado su fugaz popularidad en las redes sociales… vivirá su tiempo presente anclado al pasado y la niña seguirá en el presente preocupándose de aprender para el futuro, luego será abuela y repetirá la conducta de su abuelo pero con otros medios y tecnologías.
ResponderEliminarCuanto más se practica una actividad,ya sea por obligación o por afición ,más habilidad se adquire en ella.Tanto el abuelo como la nieta son diestros cada uno en lo suyo,quizás la aptitud y actitud lo lleven en los genes.
ResponderEliminarLo mejor de todo es que pueden confluir esas habilidades.La nieta ayuda al abuelo en la configuración del móvil y el abuelo ayuda a la nieta siendo el protagonista del video que se hace famoso.Probablemente la abuela sea una crack haciendo croquetas y deleite a ambos con ellas./María Serena.
Cada cual sabe de lo suyo y todos los saberes o aficiones son respetables y no criticables porque en cualquier momento pueden ser cmplementarios. Gracias Antonio, yo creía que era criquet y no croquet, o es que son cosas distintas?
ResponderEliminarCroquet y croquet son deportes distintos.
ResponderEliminarCroquet y croquet quiero decir.
ResponderEliminarCriquet. El corrector traiciona.
ResponderEliminarEl ambiente que nos rodea es un cómplice competente de nuestra conducta. A la par están los genes y las inclinaciones de cada uno. Muchas de ellas impelidas justo por la genética y las circunstancias ambientales. Hay algo también de insondable azar misterioso. Pero, lo importante, según mi criterio actual y receptor de propuestas, estriba en mantener el fiel de la balanza tanto de aptitudes como de actitudes apuntando, con su balanceo de péndulo al revés, a tres intangibles: la virtud, el relativismo y la felicidad. Entrelazando dos o las tres en los momentos adecuados, tendremos la oportunidad de ser felices relativizando los acontecimientos para esparcir todas nuestras virtudes cuanto mas, mejor.
ResponderEliminarCasi todas las actividades humanas tienen su utilidad y en esa espesa red nos necesitamos los unos a los otros para alcanzar el logro de que la vida tenga tantas alternativas y oportunidades. Cualquier profesión, por trascendente que sea, necesita de otras para vertebrar el equilibrio de tantas materias como intervienen en la vida diaria. Los `burros cargados de una sola ciencia´ es una frase lapidaria aplicable a multitud de seres humanos, doctos en determinadas cuestiones pero necesitados de acudir a otros expertos para solucionar cuestiones importantes. Bueno, en este caso, abuelo y nieta parece que se lo pasaban pipa cada uno con su afición. Y lo mejor de todo, a nadie en especial perjudicaban, todo un triunfo en el mundo de hoy... / Gracias Antonio ua vez más. Saludos, Joaquín Palmerola
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