Siguiendo el modelo de un soneto del italiano Giovanni Muzzarelli
(1486-1516), nuestro Gutierre de Cetina (Sevilla,1514-México, 1557) nos pinta
el incendio que provocó Nerón en Roma y contempló con regocijo: “Mientras con
gran terror por cada parte / de Roma ardían las moradas bellas, / mientras que
con el humo a las estrellas / subía el clamor del gran pueblo de Marte, / alegre
está Nerón, subido en parte / do viendo el fuego oía las querellas / mirando
entre las llamas cuáles de ellas / eran mayores do su furia harte”. ¿Es la
política actual la Roma que arde por la maldad de Nerón? ¿Quién es ese Nerón
que nos incendia la sociedad española, la convivencia constitucional, la
esperanza de vivir en paz que alimenta el quehacer cotidiano de la gente buena
y trabajadora del pueblo? ¿Es acaso la política el Nerón que nos achicharra la
armonía, es el afán de poder apoltronado? El clamor del gran pueblo sube hasta
las estrellas, ¿Nerón se alegra? ¿Qué pretende Nerón? ¿Acaso edificar sobre lo
quemado una nueva nación a imagen y semejanza de Nero
Claudius Cæsar Augustus?