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martes, 14 de enero de 2020

Microcuento 15 La calamita


La calamita

Antonio García Velasco



Ocultó con esmero la calamita que había encontrado en el monte. Su profesora de física les había hablado unos días antes de ese mineral de color negruzco, constituido por una combinación de dos óxidos de hierro, muy pesado, que tiene la propiedad de atraer el hierro y el acero. De hecho, el trozo de roca se le había pegado como un imán a la hebilla de su zapato izquierdo. Lo reconoció enseguida por su parecido expreso con la muestra que había visto en el colegio.



-¿A qué has ido al monte? -le recriminó su padre.

-A buscar minerales, papá.

-Una niña no tiene que andurrear sola por esos lugares.

-Papá, el monte está detrás de nuestra casa y he ido con Mari Pepa, la vecina, mi compañera, mi amiga.

-El monte comienza cerca, sí, pero es muy amplio y peligroso, Carmen. Sí, te lo digo en serio, es muy peligroso que las niñas andéis solas por ahí.

-No te enfades, papito -empleó la niña el diminutivo a sabiendas de que a su padre le resultaba expresión de cariño-. He encontrado un trozo de calamita.

-¿Calamita? ¿La aguja de un imán?

-No, papi, no. Un trozo de mineral. Se me pegó en la hebilla del zapato. ¡Mira!



En aquel momento llegó la madre, cansada de haber estado reunida con otros miembros de la comisión municipal encargada de investigar malversaciones de fondos en el Ayuntamiento.

-Vengo cansada de una reunión estéril -dijo tras besar a su marido y a su hija, echándose en el sofá como un fardo de heno mojado.

-Mira, mamá, he encontrado calamita buscando minerales en el monte.

-Calamita la que yo tengo encima. Ya me lo contarás mañana, Carmen, por favor.




lunes, 20 de febrero de 2017

Microrrelato 69 La tertulia televisiva


La tertulia televisiva

Antonio García Velasco



Dijo el primer contertulio, según contamos desde la izquierda: "Povea rravebre tatropo". Y respondió el cuarto; "Potofis chabun rrarramo". Y, el tercero levantó la voz para increpar: "¡Motroa potaso nafisso!" Y apuntó el segundo con parsimonia: "Losove podona lomolo". Por primera vez, eran breves y concisos en sus intervenciones, pero, aun así, el telespectador se sintió molesto con la palabrería y pulsó el botón del mando a distancia para apagar la televisión. Pero la pantalla seguía empeñada en presentar "Nuestra supersónica exclusiva". De nuevo pulsó el botón de apagado y, otra vez, bombardeó el anuncio. Le fue imposible desconectar y siguió escuchando sandeces: aleves coléricos, devaluar una coprófaga, distraídas para los interesados, supersónicos divinos, lepidóptera por estos hidrófobos… No podía más y, en vez de tirarse por la ventana, se marchó al parque a contemplar las flores y leer un libro de microrrelatos.

domingo, 8 de enero de 2017

25 El ciempiés de Buridán


El ciempiés de Buridán

Antonio García Velasco



Había una vez un ciempiés que tenía mucha hambre. Decidió salir de su madriguera para comprar algo de comida. Pero se dio cuenta de que no tenía zapatos y podía lastimarse un pie, según las advertencias de la sanidad pública sobre el peligro de caminar descalzos por calles o campos. Caminando con mucho cuidado, fue a casa del zapatero para comprarse cincuenta pares de zapatos. El zapatero le dijo que no disponía de tantos calzados iguales ni desiguales. El ciempiés muy disgustado volvió a su casa resignado a morirse de hambre. ¿Y no podía haber comprado comida de vuelta a casa? Y si hay quien tiene más de 300 pares de zapatos, ¿no podía dejarle cincuenta al pobre ciempiés? Y, si el ciempiés ha andado siempre descalzo, ¿quién le mandaba hacer caso a la sanidad pública?

sábado, 7 de enero de 2017

25 Desquiciamiento


Desquiciamiento

Antonio García Velasco


No era la luz divina. Se trataba sólo del rayo más intenso de la tormenta. Su desquiciamiento, en cambio, operó la transformación en su mente. A partir de ese instante, comenzó a mostrarse como un iluminado. Los iluminados son fanáticos por naturaleza. Se creen elegidos por Dios y, en consecuencia, viven sus ideas como verdades absolutas, indiscutibles y destinadas a ser impuestas al resto de los mortales. De este modo comenzó a ejercer su cargo ostentando una superioridad extrema, muy por encima de lo aceptable. Cierto es que el poderoso ejército de su nación le permitía el uso de la fuerza contra cualquier oponente. Y se subió tanto y tan alto que, naturalmente, en la caída, el descalabro fue absoluto. Ni en su propia familia pudieron aguantarlo. Hoy vaga todavía creyéndose un dios destronado por la maldad de los seres humanos. Y confía en que llegará el momento cumbre de su triunfo y gloria. Pobres, obviamente, de quienes encuentre en su camino y se muestren dispuestos a escuchar sus divinas peroratas.

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Carrera libre


Guillermo Corre Libre

Antonio García Velasco



No era un monito saltarín. Se trataba de Guillermo Corre Libre, un joven alocado e inmaduro que siempre iba con prisas, raudo como el viento huracanado. Un día quiso asistir a un espectáculo teatral y, al entrar con sus bullas habituales, la sala se transformó en enredo enloquecido, como el de un mercado en vísperas de fiesta. Nadie encontraba explicación para lo que ocurría y, como la función no comenzaba, las protestas fueron creciendo. El primero que se aburrió en la espera fue Guillermo Corre, que, corriendo, abandonó el local. Volvió la calma de modo tan inexplicable como había comenzado el alboroto.
La tragicomedia, fantástica, terminó cuando ella, la protagonista, harta de sometimientos y fatigas, después de pensarlo más de dos veces, le dijo al águila de los sueños "Llévame en tu lomo" y el animal la aceptó como huésped para dejarla junto a Guillermo Corre Libre.

martes, 6 de diciembre de 2016

Amor platónico


Amor platónico

Antonio García Velasco


POR aquellos años, construyeron los padres de la graciosa, hermosa, tierna Clarisa una mansión espléndida y él pensó que tendrían casi tanto caudal como ella hermosura. Era hija única y sería la heredera. "Pero soy un humilde monstruo de Frankenstein. Feo, deslavazado, lleno de burdos costurones... Imposible enamorarla. Imposible reproducir la historia de la bella y la bestia. Imposible entonar juntos canciones de amor... Me resigno... Y seguiré reconcomido por la tristeza hasta el fin de mis penosos días".