Navidad con cerco de monstruosos
seres
Antonio García Velasco
Nuestra aldea quizás no tenga características singulares.
Pero es acogedora y, sobre todo, nuestra. La Navidad se suele celebrar con una
gran cena en la plaza ambientada con música y motivos navideños. Algunos, por
su agnosticismo, prefieren decir que celebramos el solsticio de invierno que
para el hemisferio sur es de verano. Y da lo mismo, porque, por encima de las
creencias religiosas o políticas, como sentimiento común, se considera una
fiesta de hermandad y buenos deseos. Pero, maldito sea, este año tenemos la aldea
cercada por un ejército, rebaño, bandada, piara, manada, tropel de monstruosos seres
que nos advierten que nos quedemos en casa, que nada de cena en la plaza, que
nada de músicas ni festejos, que nos atengamos a las consecuencias si salimos
de nuestras encerronas. Nos manifestamos todos, mutuamente, los aires de la
resignación y las luces de la esperanza. Estamos seguros de que venceremos el angustioso
cerco y esos seres quedaran desterrados para siempre. Mientras tanto, nos deseamos
Felices Fiestas, aun a sabiendas de que, para muchos, no serán, ni remotamente,
como las navidades de otros años.
Felices fiestas con el ánimo de ganar la batalla y desterrar a los que nos cercan.
ResponderEliminarFelices fiestas
ResponderEliminarY buenos días. Gracias por tu comentario madrugador.
Magnífico augurio Antonio, ya con el deseo es más que suficiente para respirar con cierta forma de alegria, Felicidades.
ResponderEliminarMonstruosos pero nada imaginarios, como los de Borges... ojalá que esas luces de esperanza continúen alumbrando nuestra resistencia. Estupendo relato Antonio. Felices fiestas
ResponderEliminarJoaquín Palmerola
EliminarGracias, Joaquín.
EliminarMuy bonito Antonio, muchas gracias y muchas felicidades. Un abrazo
ResponderEliminarGracias. Felices Fiestas.
EliminarRetrato de la realidad plasmado en un cuadro. Pero, todos los pintores tienen sus lienzos preparados para un nuevo dibujo colorido con el mismo asunto de fondo. Y en esa predisposición, sobresalen, tras el descanso y meditación, las ansias de volver a utilizar los pinceles de la esperanza con renovadas energías que alimentan la fe en el futuro.
ResponderEliminarComo siempre, nos sostiene la esperanza. Feliz navidad.
ResponderEliminarEste texto literario es una prueba del testimonio histórico que estamos sufriendo con la pandemia del coronavirus, en un afán de hacerle frente a la realidad, que es de lo que se trata: de superar todos estos avatares tan perjudiciales. Magnífico este texto literario. Ante todo felices fiestas y próspero año nuevo 2021, lleno de futuras colaboraciones entre ambos. Saludos profundos a su esposa Encarnita y a toda su familia. Un abrazo.
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