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lunes, 15 de enero de 2018

15 No pudo recibirme


No pudo recibirme

Antonio García Velasco



...si la muerte no clava en la médula su cuchillo de espasmo”.

(Pablo García Baena, de Junio)



Como un poderoso distribuidor que nos lleva a todos a la embocadura del estrecho y misterioso túnel de la muerte. Como canto rodado que nos golpea en el río de la vida y en agua nos disuelve... ¡Oh, qué pesar! Son las palabras que Vicente Salguero escribió en su muro de Facebook. Lo apodamos "Chato" y es un poeta que debiera medir mejor el ritmo de sus versos. Fue él quien me robó el ejemplar numerado de la edición facsímil de Junio de Pablo García Baena. Según rezaba en el colofón, fue preparada por María José Jiménez Tomé y Juvenal Soto. Figuraba el ejemplar de la primera edición en la Fundación Bernabé Fernández-Canivell, que lo cedió con motivo del homenaje al poeta cordobés tributado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Del año 1957 vino a resurgir en el 2003. Yo guardaba el ejemplar como quien guarda una joya. Invité al Chato a tomar una cerveza en casa y, se ve, que no pudo resistir la tentación de robarme el librito de aquella edición no venal de mil ejemplares.

Su intención, según me ha confesado, era aprovechar su viaje a Córdoba para que Pablo se lo firmara. Pero el destino es imprevisible. En el Ave viajaba cuando recibió la noticia en el móvil: "Fallece a los 94 años de edad el poeta y Premio Príncipe de Asturias de las Letras Pablo García Baena. También fue distinguido, entre otros, con el VI Premio de las Letras Andaluzas 'Elio Antonio de Nebrija', otorgado por la Asociación Colegial de Escritores, sección de Andalucía".

-Toma -me devolvió el libro a su regreso, conmovido por la frustración-. Pablo no ha podido recibirme.

Alguna de sus lágrimas habían caído sobre la portada del ejemplar que me devolvía.




jueves, 11 de enero de 2018

11 Poema inacabado


Poema inacabado

Antonio García Velasco



Se le perdió una palabra que antes había acariciado entre sus manos como una paloma de esperanza y expresividad. Ni en el diccionario, ni en Internet, ni en el procesador de textos de su ordenador, ni, por supuesto, en su memoria pudo encontrarla.

Durante los días sucesivos, encaminó sus mejores esfuerzos intelectuales a localizar el término perdido y resultó una meta inalcanzable. Un dragón de siete cabezas amenazantes es, para un poeta, perder una palabra, no encontrar la voz precisa, adecuada, propia para el espacio en blanco que completaría el verso, dando expresión a su sentimentalidad y visión del mundo. Quedó, pues, como un barco varado en un banco de arena por la bravura de una tormenta.

Repasó en el vocabulario aprendido en otros idiomas por si, acaso, pudiera importar el término extraviado. Sin resultado. Releyó a clásicos y modernos por si alguno la había utilizado y la lectura le devolviese su pérdida.

Su drama no era explicable ni podría ser compartido. ¿Acaso otro poeta lo podría entender? No se atrevió a hacer la prueba. Su composición quedó inacabada, aunque, en el momento mismo de su muerte, aquel término perdido iluminó su despedida.




sábado, 18 de marzo de 2017

Microrrelato 95 La joven seductora


La joven seductora

Antonio García Velasco



Lo tenía muy difícil para el amor. No sólo por su edad sino, sobre todo, por sus numerosos desengaños amorosos. Pero, aquella joven era ¡tan irresistiblemente hermosa! Hablaba con él con amabilísima fluidez, como si fuese la única persona del mundo con la que empatizara. Lo tocaba y acariciaba con afecto como si fuese algo propio. En ocasiones, se le mostraba insinuante y seductora. Cayó en sus redes fascinado y, por fin, se atrevió a declararle el amor que sentía por ella. Cuando, en correspondencia, se desnudó para la entrega amorosa y él acudió para poseerla, en las manos de la joven apareció la guadaña y, ya sin disfraz, segó su vida. Su muerte estuvo envuelta en un resplandor de belleza extrema.


sábado, 13 de diciembre de 2014

Por la muerte de Rafael de Cózar



La muerte de Rafael de Cózar

Antonio García Velasco

13-12-2014: Fallece el escritor Rafael de Cózar en un incendio en su vivienda
El incendio en la vivienda de dos plantas se podría haber originado tras explotar una estufa
De Cózar se encontraba en la planta de arriba, por lo que no ha podido salir de la casa
(De la prensa)

La noticia de la muerte de Rafael de Cózar me sorprendió esta mañana cuando veía el telediario mientras desayunaba. “En un incendio en su casa de Bormujos (Sevilla). No te queda otro remedio que resignarte a la fatalidad. Y, acaso, escribir una elegía. Y a ello me puse. Ignoro si acierto, pero me ha cogido por sorpresa, como a todos. Y debo expresar mi lamento. Improvisado como siempre son los lamentos.

* Elegía

No mereces la muerte por asfixia.
Aunque fumaras mucho
y tus pulmones estuvieran
al humo acostumbrados.

Eras la vida misma inteligente,
con grato sentimiento
de amistad. No perdono
al humo que te asfixia
y nos asfixia a todos con tu muerte.

Muchos años aún de inteligencia y obra
tenías por delante.
¡Qué golpe incendio y humo
te arrebata al vivir!

¿Qué será de nosotros, escritores,
críticos y escritores,
sin tu cálida firma,
eterno presidente de honores merecidos?

El rótulo bailante de la tele
lo dijo... y no pude
creerlo, pero el círculo nuevo
mostró la triste nueva.

No estamos para pérdidas tan graves.
No estamos para humos traicioneros.
No estamos para perder amigos escritores.
No estamos, no, no estamos
para la asfixia grande de las letras
que tu muerte supone.
(Málaga, 13 de Diciembre de 2014)



Rafael de Cózar en el autobús que trasladaba a la directiva de la ACE-Andalucía de Baena a las ruinas de Torreparedones, el 15 de febrero de 2014.