Microrrelato 98 El mílite carolingio
El mílite carolingio
Antonio García Velasco
Un
soldado carolingio, héroe en cien batallas, recibió como premio un terreno, que
contaba con una casa, un pozo con cigoñal y un conjunto de animales domésticos.
Por medio de una alcahueta consiguió casarse con Adélie Bellerose. Desde el
principio la consideró extremadamente hermosa para sus méritos y cicatrices de
viejo milite. Pero aprovechó amorosamente la oportunidad de posesión de una
bella mujer. No obstante, cada vez se acrecentaban más los celos: no permitió
que ningún hombre traspasase la cerca de su terreno; no consintió que ella
marchara sola al mercado de las aldeas próximas. La trataba como a dueña feudal. Mas ella
se consumía en la tristeza. Un día apareció por la casa la alcahueta que
propició aquella boda y la mujer aprovechó la ocasión para contarle sus cuitas
y la causa de las mismas. La vieja puso remedio a la situación: le proporcionó
un brebaje que poco a poco desfiguró su cara. Adélie, desde entonces, no quiso
ver a nadie ni salir de casa.
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