El
banquete de los chimpancés
Antonio
García Velasco
Que
los élitros de los insectos estén perfectamente sincronizados no impedía que
formaran parte del banquete que se estaba dando aquel grupo de chimpancés.
Tenían de todo: frutas y plantas, insectos, huevos y carne, incluida carroña.
Se manifestaban felices ante la abundancia. Uno de los insectos trató de abrir
sus élitros para dejar libres sus alas voladoras, tan finas y sensibles. Un
manotazo lo redujo a bocado inmediato.
¿Qué
manotazos podemos dar nosotros a tantos elementos de control como nos cubren y
vigilan las veinticuatro horas del día? Y si eliminamos algunas galletitas de
las que nos invaden, ¿cuántas nos quedan por suprimir todavía? Nadie puede
librarse hoy del Gran Hermano.
Pero
¡oh incongruencia!, yo soy parte del Gran Hermano que vigila y estudia los
chimpancés.