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sábado, 6 de febrero de 2021

052 Microcuento EL VIAJE A MÉXICO

 

El viaje a México

Antonio García Velasco

 
 

Marisa era teísta y estaba afectada por neumococos. Cuando venció la pulmonía gracias a los antibióticos prescritos por la especialista, decidió viajar a México. Por Chiapas le picó una coralillo. No se percató de ello en un principio, pero cuando empezaron los primeros síntomas (dificultades en el habla, visión doble y parálisis muscular), al darse cuenta su amigo Juan Medina, la llevó con premura a la consulta del médico que, de inmediato, le inyectó un antídoto.

—¿Para qué creó un Dios comprometido en el mantenimiento y gobierno del universo las serpientes venenosas? —le preguntó Medina con una ironía que, en principio, se le escapó a la teísta.

Ella se le quedó mirando, en silencio.

—Para que tú me salves la vida llevándome al médico y yo te quede eternamente agradecida —respondió con efectos retardados.

—Luego Dios quiere que nuestra amistad vaya a más —dijo él insinuando un acercamiento amoroso.

—Somos libres de interpretar tanto las palabras como los hechos —rio Marisa.

—¿Te sientes mejor?

—Pienso completamente neutralizados que del veneno han sido los efectos — respondió trastabillando y trastocando deliberadamente la frase.

—Si manifiestas sentido del humor es que te has recuperado. ¿Salimos?

—Prefiero quedarme en mi habitación.

Juan la llevó en su "carro" al hotel y, con cierta preocupación por la salud su amiga, emprendió el camino hacia su casa. Un choque frontal contra un vehículo que invadió su carril tuvo consecuencias letales para los conductores.

 

 

jueves, 7 de mayo de 2020

0026 Microcuento La maldiciente sáfica


La maldiciente sáfica

Antonio García Velasco



Su habilidad para los endecasílabos sáficos (acentos métricos en las sílabas cuarta, sexta u octava y décima) no tenía parangón en estos tiempos de tanta poesía de verso libre tendente al prosaísmo sin ton ni medida. Pero, al decir de críticos y detractores, algo manchaba sus composiciones: el sarcasmo, la ironía, la maldiciente dicción. Era hermosa en extremo y, al hablar con ella, no mostraba ni amarguras personales, ni poses feministas injustificadas, ni, en principio, resentimientos hacia sus semejantes, mujeres o varones. Un día se dejó seducir por el también poeta Emilio Rueda, poseedor de significativos premios literarios.



Tres días después de aquella velada, anunciando su próximo libro (Vates actuales en mi cama libre), publicó en su blog, y también en Facebook, los siguientes endecasílabos con el título “Aquenio poeta”:



Versos los tuyos de sublime canto.

Pero no canta de ese modo nunca

lo que permite que varón te llames:

gurrina escasa con tan poco aliento

que tus amantes para alzar contento

tal vez recurran como yo al consuelo

de un vibrador que no pesara tanto

como pesabas con tus versos tú,

que bien pesado recitabas versos

creyendo en liras que me daban luz.

Fue un polvorón sin aliciente alguno,

una fallida noche con un genio

de azules ínfulas inflado y torpe.

Yo te maldigo, te renombro Aquenio.



Emilio Rueda no quiso denunciarla, pese a los consejos reiterados de sus amigos y seguidores. Ni siquiera cuando averiguó que la bellota es un aquenio y no lamentable ripio consonante con genio: “Todo lo que yo diga será usado para la promoción de su indecente libro”.




domingo, 1 de mayo de 2016

Presentación de mi novela MEMORIAS DE MI ETERNA LLAMARADA

MEMORIAS DE MI ETERNA LLAMARADA

Fue presentada el 30 de abril de 2016, en la sala Iniciarte, en el marco de la Feria del Libro de Málaga 2016, a las 19:30 horas. Presentadora: profesora de la Universidad de Granada y Presidenta de la Asociación Española de Comprensión Lectora Elena Jiménez Pérez.



Destacamos las palabras de un lector, bibliotecario por más señas: "Me dado el gustazo de leer tus "Memorias..." con una sonrisa permanente y, cuando no, una carcajada. Como eres un narrador inclasificable, a veces, para tener una referencia, te asocio a la estirpe de Torrente Ballester, un fabulador tan libérrimo y socarrón que pocos han podido seguir su estela. Cuando leía tu novela, cada dos por tres, me asaltaba la idea de que hay algunas claves puestas a lo largo del relato. Ahora estoy seguro de ello, por lo que tengo claro que es un libro que conviene releer para profundizar más en él, pues hay varios niveles de lectura y una elaboración conceptual muy sólida. Pero, desde luego, y es lo primero que se percibe, humor constante, muy sutil, e ironía por doquier..."

lunes, 2 de febrero de 2015

‎Alzheimer del expresidente

Alzheimer del expresidente
Antonio García Velasco

Por supuesto, en el cuento no se dice que el expresidente padezca Alzheimer, pero se deduce. El cuento se titula "La pensión del expresidente", incluido en mi libro AMORES Y TIEMPOS, Editorial CreateSpace, de Amazon. Presenta a un expresidente de Gobierno quejándose porque la pensión no le alcanza debido a las medidas de ajustes tomadas por no recordaba quién. Cierto que se trata de una fantasía, ¡un cuento! Pero presenta con humor e ironía el descontento que pueden producir ciertas decisiones gubernamentales. Y, en tal caso, ¿qué mejor que presentar como protagonista al mismo bajo cuyo mandato se decretaron las medidas tan antisociales: recortes de sueldos y pensiones, tijeretazos a prestaciones sanitarias, de educación y sociales…?

Naturalmente, no le van a afectar a ningún expresidente los recortes: buena pensión asegurada, trabajos extras y magníficamente remunerados, conferencias de alto caché… Pero había que ironizar, fantasear, crear literatura. Hay quienes no lo han comprendido así y me dicen que es imposible una situación como la que presenta el citado cuento. Diremos como descargo que la Literatura no tiene que responder a las marcas, cauces, restricciones de la realidad. Muy al contrario, debe servir para remontarse –remontarnos- y, en todo caso, hacer ver la realidad desde la perspectiva que permite el vuelo del arte. ¿Acaso no estaría bien que los políticos de elevadas nóminas se vieran obligados a vivir con el salario mínimo interprofesional? Otro gallo nos cantaría. En la literatura puede ocurrir.