jueves, 25 de noviembre de 2010

Coches sin conductor

El coche fantástico
Antonio García Velasco

Google está probando un sistema de manejo de coches sin conductor (De la prensa)

Ciertamente, en la actualidad, es raro que se viaje. Se realizan desplazamientos: Málaga-Sevilla, Sevilla-Málaga; Málaga-Murcia, Murcia-Málaga y así hasta el cansancio. Se coge el coche y la autovía y dale que te piso el acelerador, el freno, el embrague a veces... Desde el kilómetro inicial al final. A eso se llama también viajar, pero cada vez menos, porque se ha sustituido por voy a ... el lugar elegido. Para que los desplazamientos sean definitivamente de maleta se acaba de inventar un prototipo que, por suerte o no suerte -nunca quizás sea desgracia-, se desplaza sin conductor. La "inteligencia" de este coche hará maravillas. Entre otras, la de aparcar si las calles de las ciudades lo permiten o las autoridades municipales han propiciado los aparcamientos públicos a precios no ruinosos. Entre otras, circular con rapidez controlada si se encuentra solución para los atascos de las ciudades y de los accesos a los polígonos industriales, la universidad, el parque tecnológico y el clínico.

Puede que el coche sea tan inteligente que no salga de la cochera o del aparcamiento habitual si percibe que el trágico va a estar mal. Le diría al dueño: "Tío/a, hoy te toca el autobús porque éste menda no se mete en los embotellamientos previstos. Saca el bonobús y te das un paseo hasta la parada". "Es que el autobús no llega a la hora prevista, te hace perder el rato... Llegaré tarde al trabajo o tengo que levantarme una hora antes si quiero llegar a tiempo. Y ya hoy voy con el tiempo justo". "Te las arreglas como puedas: hoy no me muevo del aparcamiento, porque mi sensor GPS de comunicación por satélite y mis contactos con las central de Google me advierten de que el tráfico es infernal y llegarías más tarde que si te vas andando". Imposible convencer al terco del ordenador que constituye el cerebro del coche y su capacidad de razonamiento por el sistema de lógica borrosa. ¡No hay forma!

"¡Eres un maldito robot!", gritamos llenos de ira, odiando a la máquina rebelde. "Lo que tu digas, pero no es aconsejable que vayas en coche a tu trabajo. Hoy por lo menos".

Será fantástico desplazarse con estos vehículos, sin riesgo de que te llamen por el móvil, lo cojas, te arriesgues al accidente o a que los ángeles de la guarda de la carretera te pongan una multa crujiente, que se cobrará por la vía de embargo si te niegas a pagar. Sin riesgos por haber tomado una copa de más en el almuerzo o la cena de la empresa o del final de curso. Sin riesgo por el cansancio del largo y monótono desplazamiento. Lo malo será cuando ordenemos una parada porque el niño o cualquier otro ocupante quiera hacer pis y la lógica barrosa del cerebro electrónico diga que no hay parada porque, según lo bebido desde la última vez, es imposible que la vejiga esté llena.

De todas formas, es preciso celebrar el invento, del que ya se habló por el año 2000: coche, por ciento, inventado por científicos españoles, al que dediqué un artículo que ahora rescato, modifico ligeramente y lanzo a este blog.

domingo, 31 de octubre de 2010

Protestar con vídeos

Los vídeos de protesta en YouTube

Antonio García Velasco

¿Cómo era aquello de Zapatero de que los parados en cursos de formación estaban trabajando por España? No lo recuerdo bien. Pero sea como sea, se está extendiendo la ocupación entre los parados de crear vídeos para YouTube en los que ponen de manifiesto sus deseos, las protestas por su situación, la reclamación de medidas que terminen con su lamentable situación.

Acabo de ver algunos (ejemplo: http://www.youtube.com/watch?v=7zyB48ijeqE ó http://www.youtube.com/watch?v=cUuPhMUaPqs) y, realmente, si los casi cinco millones de sufridores de situación de paro se ponen a realizar vídeos –con el móvil, con las cámaras de fotos digitales, con las de vídeo, etc.- y a subirlos a YouTube y a enviarlos –siquiera la dirección de acceso- a todos sus contactos, no diré ya como los de Intereconomía –que bastante hay con ellos- que otro gallo cantaría, pero sí que tendrían una gran audiencia y un foro para hacerse oír adecuado a nuestro tiempo.

Por supuesto que los medios tecnológicos no siempre están al alcance de todos, ya que es una realidad la llamada brecha digital –“diferencias que hay entre grupos según su capacidad para utilizar las TIC de forma eficaz, debido a los distintos niveles de alfabetización y capacidad tecnológica”-. Pero la solidaridad se pondría de manifiesto entre quienes tienen los medios y los conocimientos, pues, los “informáticos” suelen ser gente generosa y desprendida en lo que se refiere a compartir tecnología y conocimientos sobre la misma. No hay más que pensar en los llamados piratas informáticos –“hackers”-, que destripan programas, burlan sus sistemas de protección y los ponen a disposición de cualquier usuario interesado.

Encontrarían, pues, respaldo los parados y apoyo tecnológico para crear y subir sus vídeos al famoso servidor. Posiblemente no tendríamos tiempo de ver cinco millones de vídeos, pero la voz unánime de todos se haría oír y, posiblemente, sería más eficaz que una huelga general y que el silencio tenso y expectante que se extiende en la actualidad.

martes, 12 de octubre de 2010

Sobre el Esperpento actual

Zurcidos del esperpento actual

Antonio García Velasco

Al deportista ganador se le analiza la sangre y es acusado de dopaje. Al que las encuestas dan como ganador de las próximas elecciones lo acusan de dudoso liderazgo, de poco firme, de indeciso ante los presuntos corruptos. Al que está en el poder comienzan a moverle la silla a ver si, de uno de los movimientos sísmicos, se cae y se rompe la cabeza “y nos deja en paz el camino libre para la renovación y la salvación del partido. Y acaso, en segundo lugar, de España y de parte del extranjero”, que diría mi primo Anselmo.

La televisión, en cadenas encontradas, sigue con el culebrón de las princesas del pueblo, los cuernos, los dineros malayos y las desvergonzadas de turno. Los contertulios -¡cómo abundan, Dios!- siguen hablando de lo humano, lo divino y lo político como si fueran renacentistas entendedores de todo. A Mario Vargas Llosa le dan el Premio Nobel de Literatura y salta el fulano correspondiente afirmando que es un “derechista peligroso”. Los periódicos se hacen eco del comentario. Y el fulano gana notoriedad. Al escritor hispano-peruano, si llega a enterarse- le da exactamente igual. Intentó una vez la política y salió escarmentado. Su obra literaria sigue siendo válida con Nobel o sin él. Aunque ya lo tiene.

El espectáculo de la huelga 29-S sigue dando motivos de conversación. Y los sindicatos, aunque luchadores en un día y en días y momentos determinados, ya no son lo que eran. Y Morales Lomas, sindicalista en un tiempo, lo sabe tan bien como cualquiera. Hasta Franco inventó unos sindicatos verticales que, como ya lo estaban, nunca se pusieron de pie. Y menos de huelga. Claro que, entonces, no se hacían huelgas, a lo sumo, “paros técnicos”: el arte de los eufemismos ha existido siempre.

A los gobernantes chinos tampoco les ha sentado bien que a uno de sus presos políticos, reclamante de los derechos humanos, le concedan el Premio Nobel de la Paz. ¡Cómo va de interesante la realidad! Ya la maldición china lo recoge: Que Dios te permita vivir en una época interesante. A nosotros, con la crisis y los motivos personales y políticos de cada uno, nos ha tocado la primitiva de los días interesantes. Nos cayó la maldición. Veremos qué dios nos salva. O tendremos que morirnos solos para librarnos del mal. Y la dicción.

Y se parte la aguja de escribir, digo de zurcir, retazos y lo dejo aquí, pues son tantos los asuntos cotidianos del esperpento que ni Valle-Inclán, levantando la cabeza y la barba de chivo, podría recoger en una obra la más mínima semblanza. Ni asomado a los espejos del callejón del Gato, en los que se refleja nuestra realidad de cada día.

lunes, 9 de agosto de 2010

Un euro para el Teatro de Madariaga

El euro mejor gastado

Antonio García Velasco


Estábamos paseando por Torre del Mar. Decidimos recorrer los puestos de libros situados en el Paseo de Larios. En una de las casetas, el letrero: libros a 1 euro. Entre ellos el que compré: Salvador de Madariaga, Teatro en prosa y verso, Espasa-Calpe, Madrid, 1983, 484 páginas, “amenísimo volumen compuesto por una decena de obras que asombrarán al lector”. ¿Cómo es posible que por un euro se pueda comprar semejante libro, magníficamente editado, pasta dura, papel de alto gramaje y calidad extrema? Eso sin contar el contenido. Las oportunidades las pintas calvas y hay que cogerlas por los pelos.

Conocido es que Salvador de Madariaga (1886-1978) fue un escritor de formación y vocación liberal, de gran cultura, que escribió numerosísimos artículos, ensayos, novela, poesía y teatro. Su padre había pensado para él que realizara estudios de ingeniería, pues estaba persuadido de que España necesitaba técnicos que la rescataran de su atrasado. En efecto estudió ingeniería en París y trabajó como ingeniero en la Compañía de Ferrocarriles del Norte. Pero su vocación literaria se impuso y terminó abandonando la carrera técnica para dedicarse al periodismo, a los estudios de historia, a la literatura.

Nunca está de más volver a los grandes hombres del pensamiento español. Salvador de Madariaga, republicano –fue embajador y, en 1934, ejerció brevemente como ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes y ministro de Justicia en el tercer Gobierno de Alejandro Lerroux-, exiliado a raíz de la guerra civil –volvió a España en 1976, tras la muerte de Franco-… Salvador de Madariaga, digo, es uno de esos grandes pensadores españoles y universales: no en vano recibió el premio Carlomagno en 1973 por su contribución a la idea de Europa y a la paz europea. Personalmente, por la oportunidad de haber “invertido un eurito” en una de sus obras, estoy ahora en plena lectura o relectura –en algún caso- de sus libros. E invito a que otros se interesen por este autor en estos momentos en los que tanto importa la contribución personal de todos y cada uno –varones y mujeres- a realizar una valoración crítica y justa de las circunstancias en que nos ha tocado vivir.

Daré cuenta en otro momento de la lectura del libro del euro.

domingo, 1 de agosto de 2010

Sobre la propiedad léxica

Lo humanitario

Antonio García Velasco

Nos dice el DRAE que humanitario, ria. (Del lat. humanĭtas, -ātis) es un adjetivo que significa: 1. Que mira o se refiere al bien del género humano. 2. Benigno, caritativo, benéfico. Y 3. Que tiene como finalidad aliviar los efectos que causan la guerra u otras calamidades en las personas que las padecen. Pues bien, se supone que quienes escriben en la prensa han de tener unos mínimos conocimientos del significado de las palabras que emplean. Pero no siempre es así: en un titular de “El mundo digital” –no visto todavía el diario impreso- leemos: “Pakistán alerta del 'desastre humanitario' por unas inundaciones con 830 muertos”. ¿Cómo puede ser un desastre humanitario? Menos aún con 830 muertos. Claro que también podríamos decir que la gramática –la semántica, la propiedad léxica- no es importante ante un desastre como el de las inundaciones de Pakistán. Si lo decimos así, estaríamos comparando elementos completamente dispares. Y la propiedad léxica es exigible en todo hecho de comunicación.

Se emplea tan mal el término “humanitario” que destaca siempre en contra de los gestos de ayuda humanitaria que, en casos de desastres, han de prestar, y prestan, instituciones gubernamentales, no gubernamentales y personas particulares.

El cuerpo de la noticias en “El mundo” es reincidente en el mal uso del término humanitario: “El ministro de Información, Mian Iftikhar Hussain, pidió ayuda rápida a la comunidad internacional y o (sic) de lo contrario "la situación se convertirá en un gran desastre humanitario". La región, dijo, vive la "peor catástrofe humanitaria de su historia". La impropiedad léxica no es achacable al ministro, supongo, pues hablaría en urdu o inglés. De hecho “El País” recoge las declaraciones del ministro pakistaní de un modo diferente: “Tememos que el balance de muertos aumente una vez que baje el nivel del agua. Nos enfrentamos al peor desastre en la historia de nuestra provincia", afirmó por su parte el ministro de Información paquistaní, Mian Iftikhar Hussain, desde la capital provincial, Peshawar. […] El Gobierno ha declarado el estado de emergencia y ha pedido ayuda internacional”. Lo mismo ocurre en otros diarios.

Por desgracia el error semántico de “El Mundo” no quita tragedia a las espantosas, terribles, desproporcionadas lluvias e inundaciones causadas por el monzón. Esperemos, pues, que les llegue eficazmente la ayuda HUMANITARIA de la comunidad internacional.

Apasionantes palabras

Apasionantes palabras

Antonio García Velasco

Vamos a seguir precisando sobre las palabras, a propósito del artículo de Manuel Rodríguez. Son símbolos las palabras de objetos reales, virtuales o mentales. "Agua" es un símbolo de esa sustancia líquida imprescindible para la vida y que el diccionario define como "Substancia formada por la combinación de un volumen de oxígeno y dos de hidrógeno, líquida, inodora, insípida, en pequeña cantidad incolora, y verdeazulada en grandes masas". Pero, observemos: un símbolo definido con un conjunto de símbolos, de significado convencional y con referentes -elementos de la realidad física, observable o mental- concretos y diversos. Si decimos "el agua es H2O" sólo estamos definiendo un símbolo con otros símbolos procedentes de un ámbito diferente al lenguaje convencional.

Decía que las palabras son símbolos de objetos reales, virtuales o mentales. Pero el significado de las palabras es más complejo que la mera referencia o relación con ese objeto o elemento llamado referente. De hecho, en toda palabra -o expresión lingüística, o enunciado- hemos de distinguir tres grados de significado: referencia, significación y sentido. La referencia, digámoslo de modo simple, es el significado objetivo, directo, el que nos hace pensar en el objeto o elemento real, en el referente concreto. Si digo "agua" me refiero a ese líquido que todos conocemos. La significación supone ya el añadido convencional, subjetivo, o sea, una serie de connotaciones procedentes de la cultura, creencias, visión del mundo de los usuarios de la lengua; “concepto mancomunado” lo llama José Antonio Marina. El sentido, por fin, es el valor que las palabras o enunciados adquieren en el uso concreto en un momento determinado: "Agua" puede significar en una situación concreta "mar" –o agua del mar-, “río” –o agua del río- o, simplemente, “fallo”, como en el juego del hundimiento de barcos en el que “agua” significa que la casilla señalada no "ha tocado" en ninguna de las posiciones en las que están situadas las embarcaciones.

Si nos dice la prensa que “El tijeretazo de Fomento afectará a una de cada cinco obras ya en marcha”, hemos de entender que tijeretazo no es el “Corte hecho de un golpe con las tijeras” –referencia- sino la “disminución del dinero destinado a la realización de obras” (sentido). Y, por obras sólo hemos de entender las realizadas con el dinero público administrado por el Gobierno. Porque, por supuesto, las obras que está realizando mi vecino en su casa no se van a ver afectadas por la decisión del Ministro de Fomento.

Es apasionante la “selva del lenguaje”. Y transitable. Nos permite entendernos, expresar nuestros sentimientos y opiniones, nuestro conocimientos. Y escribir. Y hasta hablar del propio lenguaje (función metalingüística, que diría Jabkoson).

domingo, 25 de julio de 2010

Versos ilustrados (2)

Sobre la montaña suspendido
un vaho impenetrable
de silencio
(Germain Droogenbroodt, de "En la corriente del tiempo")