sábado, 11 de marzo de 2017

Microrrelato 88 El árbol de la ventana


El árbol de la ventana

Antonio García Velasco



La ventana permanecía abierta desde aquel día y, como entonces, el viento balanceaba a su antojo las hojas de la rama del árbol que ya se introducía en el interior de la vivienda. En ocasiones, los habitantes del inmueble talaron aquellos osados ramajes que les estorbaban la visión. Ahora parecían haber abandonado la casa y las ramas del árbol crecían invasoras como okupas. Una tarde, a la hora de la siesta, un muchacho trepó tronco arriba y, desde la rama que olisqueaba el interior, saltó a la habitación. Un olor a cadáver descompuesto le hizo perder el sentido. A los pocos días, el joven fue dado oficialmente por desaparecido y el hedor nauseabundo comenzó a afectar a quienes paseaban por la calle o vivían en ella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario