jueves, 2 de febrero de 2017

50 La crisis de Crisis


La crisis de Crisis

Antonio García Velasco



La Crisis le había dado tantos golpes que se sentía tremendamente destrozada. Había sido muy desvergonzada y cruel la dichosa Crisis. Se aprovechó de su debilidad y no paró de darle bofetadas y puntapiés, hasta dejarla completamente extenuada. Acaso la consideró muerta. Aun así, permaneció vigilante por si osaba responder. Cuando recobró el sentido, Adela decidió marchar al campo, en busca de una vida silvestre sin estrés. Consiguió reponerse, pero, al sentirse restablecida, aquel aislamiento, lejos de la ciudad, le pareció insoportable: "Es un rollo vivir alejada de quienes fueron mis amigos", se decía. Y volvió. Un buen día se encontró con Crisis y Adela fue quien le rompió la cara de un puñetazo.

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