domingo, 12 de febrero de 2017

61 Microrrelato Los difrangentes (y III)

Los difrangentes (y III)
Antonio García Velasco

Preservativos difrangentes, para que tus luces de amor se refracten en la intimidad de tu pareja. Ninguno como los difrangentes en la relación amorosa. El fabricante y sus agentes publicitarios lo creían a pies juntillas, es decir, firmemente, con terquedad, a cierra ojos. Tanto era así que el dueño de la fábrica se lo tenía advertido a sus hijos -tres varones y dos mujeres-: "Sólo con los difrangentes. Evitaréis incidentes y disfrutaréis de modo conveniente". Los hijos habían asimilado el slogan hasta el punto de que nunca sin los difrangentes, fuese cual fuese la situación o el momento. Si, en caso de no tenerlos, tenían que renunciar a la relación, resignadamente lo aceptaban, sin protesta, ni frustración. Ya llegaría la ocasión de desquitarse. Alguno siempre llevaba una cajita en el bolso o bolsillo pues "más vale prevenir que posponer satisfacciones".

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