La depilación de la escritora egipcia
Antonio García Velasco
Una depilación láser aplicada
concienzudamente desde la cabeza a los pies, la había dejado sin el más mínimo
indicio de vello, cabello o ligero tamo. Su aspecto resultaba singular para
unos y evocador de maligna enfermedad para otros. Era hermosa, esbelta,
elegante, atractiva pese a carecer de cabellera. Después del acto de
presentación de su libro en el Ateneo, al inicio mismo del coloquio, le
preguntaron:
-¿Por qué lo has hecho?
Ella contestó primero en árabe egipcio,
su idioma materno y, al percatarse de que ninguno la entendía, dijo:
-No considero esencial la presencia de
pelo en la cabeza, ni siquiera es un adorno bello en la mayor parte de los
casos. Y no digamos la engorrosa tarea de su cuidado para que esté mínimamente
presentable. Es más práctica su eliminación. En la cultura musulmana, la mujer
ha de ocultar sus cabellos, porque las "mujeres descubiertas son más
provocativas para los hombres" y ello puede acarrear conflictos personales
y sociales. Si el Sagrado Corán dice que
"la mujer musulmana debe cubrir su cabello porque Dios se lo ha
ordenado", yo, por mi cuenta, prescindo de él.
- ¿También prescindes del pelo de tus
partes íntimas o tus axilas? -quiso saber Arturo con tonos y sonrisas de
manifiesta ironía.
-Las occidentales ya se depilan buena
parte de su cuerpo. Yo lo he hecho desde la cabeza a los pies. Pero estamos
aquí para hablar de mi libro.
Para
casi todos los presentes, Akila Alassel, dejando a un lado su inteligencia y
prestigio como escritora, desde aquel momento, fue objeto de morbosos deseos.
Ignoro la calidad del libro que presentó la autora egipcia. ¿Supondría la imagen escogida una publicidad añadida y perenne en su carrera literaria?
ResponderEliminarSegún bastantes médicos el pelo de las axilas y el púbico, junto a la precisa higiene, forman una especie de barrera defensiva. ¿Pretende la autora emular, estéticamente a sus antepasados? Todo es bien recibido si a su escritura acompaña el talento. En cuanto a la lujuria se incrementa siempre ante alguien que destaca. Y, algunos, le añaden un plus en cuento vislumbran algo novedoso que, en realidad, suele tratarse de una vuelta maquillada de actualidad. ¿Será la ignorancia el motor del morbo?
Me gusta que el lector vaya más allá de lo que el relato, sea cual su extensión de novela o microcuento, diga. Era de esperar que Juan Pérez Pozo nos plantee interrogantes sobre si el motivo de semejante depilación era un modo de publicidad para su libro, o, si la autora quería emular estéticamente a sus lejanos antepasados. En cuanto a los deseos morbosos o mórbidos es posible que surjan de la ignorancia, de la fama de la autora o de la novedad de encontrar un cuerpo absolutamente depilado, salvo cejas y pestañas. Gracias por tu comentario, Juan. La función protectora el pelo puede quedar sobrepasada por la higiene diaria.
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