Romance celebrando los romances de Antonio Porras
Antonio García Velasco
Un
romance le dedico
a mi
amigo Antonio Porras
animándolo
a seguir
en
romance sus historias.
No es
que no sepa qué hacer
en
esta larga encerrona.
Es que
sus coplillas tienen
gracia,
chispa y mucha broma
expresada
con sus versos
de
retranca socarrona.
Recordemos,
si no, al joven
que
visitaba a la novia
y dejó
que ésta le hurgara
por
donde oculta la... honra,
queremos
decir, ya saben,
lo que
decir ya nos sobra.
Recordemos
más: el hecho
de
aquel Albino que a bolas
entretenido
jugaba
y ni a
voces ni a tamboras
de la
madre respondía.
Hubo
de dar dos sonoras
salvas
de escopeta al cielo.
Y al
pan pan deja las bolas
y
Albino vino corriendo
para
dejarnos la copla
de un
refrán tan español
como
de un pino la copa.
Y no
sigo recordando
que
también deja doloras
concienzudas,
reflexivas,
tan
serias como señora
que va
vestida de luto
llorando
por la corona
de
muerte y malas entrañas
que un
virus puso en la proa
de
este barco a la deriva
donde
vivimos ahora.