lunes, 8 de enero de 2018

08 Las enseñanzas liberadoras


Las enseñanzas liberadoras

Antonio García Velasco



La lectura y la escritura son un bien tan preciado que siempre se les ha negado a las mujeres, a los esclavos, a los pobres. En cierta ocasión, el maestro desembocó en aquel antro de satisfacciones carnales y encontró adorable a Beatriz. Se acercaba a ella con asiduidad y, aunque le pagaba el servicio, la enseñó a leer, a escribir, las cuatro reglas... Esperaba que sus enseñanzas trajeran la liberación a aquella mujer hermosa, esclavizada y complacedora.

El maestro fue trasladado a un lugar lejano. Pero, al cabo de algunos años, volvió a visitar el burdel. Beatriz se había liberado, ciertamente. Se había marchado de aquella esclavitud. El maestro respiró muy satisfecho. Hasta que supo que ella regentaba su propio negocio prostibulario, donde llevaba las cuentas con justeza y exactitud: no engañaba a ninguna, las pagaba según sus rendimientos, no regateaba para quedarse con más de lo que le correspondía y, mientras esperaba la llegada de clientes, siempre estaba leyendo un libro.

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