martes, 9 de enero de 2018

09 La cangreja


La cangreja

Antonio García Velasco



Dije riendo:

-Que no, hombre, que no, que una cangreja no es la hembra del cangrejo, el crustáceo decápodo. Una cangreja es la vela envergada por tres relingas.

-O sea, la niña esa que se fue con tres a la habitación de un hotel. ¿Esa es una cangreja?

-No te enteras, no. Estamos hablando del mar, de barcos, de bajeles.

-O sea, de piratas. ¿Y no te parecen buenos piratas tres que van a divertirse a costa de una niña menor de edad?

-Admito que verga es también el falo o miembro genital de los mamíferos. Pero es igualmente la percha a la cual se asegura el grátil de una vela.

-Oh, el grátil, el gratis... ¿Iba por dinero la niña o por pura diversión?

-El grátil es la orilla de la vela por donde se sujeta el palo o verga. Y relinga no es ningún individuo sin escrúpulos a la hora de divertirse, que es una cuerda en la que van colocados los plomos y corchos de las redes de pescar. O el cabo que refuerza los bordes de las velas.

-Claro, bordes han de ser los capaces de ir a divertirse a costa de una criatura consentidora, ávida de aventuras y experiencias nuevas. Pero criatura, al fin y al cabo.

-Mira, yo creo que es mejor dejar la conversación y marcharnos cada uno a su casa, o juntos, a tomar una cerveza con una buena tapita de magro con tomate.

-Acepto tu invitación, por supuesto. Pero has de admitir que existen palabras que merecerían mejores significados.

-La única condición que te pongo para convidarte es que admitas que una cangreja no es la hembra del cangrejo.

-Por supuesto, por supuesto. Ciento cincuenta y cinco veces lo admitiría, que uno no es tan cabezota como los que ya sabes.

Y se fueron juntos al bar El Cangrejo, el de la plaza Chica.

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